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Un Casillas muy íntimo en la Torre de Anaya

Una exposición muestra 42 esculturas del artista y una veintena de dibujos | Se ven por primera vez obras como “Pícara Justina y el estudiante”, “La hospitalidad charra” o “Sembrador”

Martes, 21 de diciembre 2021, 23:02

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Hasta el 30 de enero se puede visitar gratuitamente en el centro cultural Torre de los Anaya una exposición con las obras más íntimas de Agustín Casillas al cumplirse el centenario de su nacimiento. La muestra está compuesta por 42 esculturas de toda su trayectoria como artista: relieves, tallas, modelados de sus temas principales, como personajes de nuestra tierra, la estilización de la figura femenina y los retratos psicológicos comparten espacio con obras de temática religiosa, premios nacionales de escultura, obras de referencia universitaria y alusiones a la mitología. Además, hay una veintena de dibujos suyos de todos los tiempos, algunos bocetos de sus posteriores trabajos y algunas ensoñaciones definitivas. Están realizados en distintos materiales, como plumilla, carboncillo, tinta o pinturas.

Carlos García Carbayo, alcalde de Salamanca, destacó en la apertura de la exposición que Agustín Casillas es uno de los grandes escultores de esta tierra. El recuerdo del artista, añadió, sigue vivo en nuestra memoria y pervivirá en el de generaciones venideras gracias a obras que se encuentran en lugares públicos de la ciudad, como el “Lazarillo y el ciego” junto al Puente Romano, la “Celestina en el Huerto de Calixto y Melibea, el busto de Diego de Torres Villarroel, la escultura de Rafael Farina que se encuentra en la Vaguada de la Palma, el medallón dedicado a Cervantes en la Plaza Mayor de Salamanca o el príncipe Juan frente al Palacio de Monterrey.

El alcalde recordó correrías infantiles en la Alamedilla junto a las esculturas del artista o momentos como cuando Agustín Casillas se tiró al suelo para buscar el mejor emplazamiento para el príncipe Juan y dijo que las estatuas no tienen espalda.

García Carbayo señaló que con esta exposición el Ayuntamiento y la Diputación quieren rendir tributo, no solo al artista, sino también a la persona que destacó por “su amabilidad, humanidad y afabilidad hasta convertirse en un salmantino muy querido y admirado por todos, un salmantino universal y embajador de su tierra”.

Para Javier Iglesias, presidente de la Diputación, Agustín Casillas fue un escultor irrepetible, Salamanca es el mejor de sus museos, y la exposición por el centenario de su nacimiento (la primera tras su muerte) vuelve a acercarnos al escultor humanista y gran observador. La muestra enseña por primera vez “Pícara Justina y el estudiante”, “La hospitalidad charra” o “Sembrador”, así como la última obra realizada por Agustín Casillas antes de su fallecimiento, que fue bautizada con el nombre de “Alegoría de Salamanca”.

Antonio Casillas, hijo del escultor, aprovechó la apertura de la exposición para decir que el trabajo de Agustín Casillas “pide a gritos una ubicación definitiva para el disfrute de sus paisanos y la admiración del visitante, un museo que no nos cansaremos de reivindicar”.

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