Más trabajo que nunca en Salamanca pero el 62% de los nuevos empleos son parciales o discontinuos

Nunca antes, al menos desde que la Seguridad Social ofrece datos, tantos trabajadores habían estado dados de alta en la provincia. 129.981 es la cifra media de afiliados durante el pasado abril. Son 902 más que en marzo (0,7%) y 2.366 más que doce meses antes. En la última década y pese al descenso de población, los salmantinos ocupados han aumentado un 16%, concretamente en más de 18.400 personas.

En paralelo al alza de las contrataciones, disminuyó el número de parados. Según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el pasado mes se cerró con 16.944 desempleados en Salamanca. Es la cifra más baja en abril en veinte años, desde 2005. Con respecto a marzo, disminuyeron un 4,14%, en 731 personas, y en el último año, la reducción es del 3,95%, en 696. La principal «culpable» de estos buenos datos de empleo en abril fue la Semana Santa. El impulso llegó principalmente del turismo y casi un tercio de las nuevas contrataciones (32%) en la provincia fueron en hostelería. En abril el paro descendió en la agricultura (cayó en 26 desempleados), la industria (30), la construcción (39) y entre el colectivo de salmantinos sin empleo anterior o que llevan más de un año sin trabajar (81), pero, sobre todo, disminuyó en el ámbito de los servicios (555).

Sin embargo, la mayor parte del nuevo empleo que se genera en la provincia es a tiempo parcial o discontinuo. Solo uno de cada cinco nuevos empleos implica una contratación indefinida a tiempo completo. De los 825 trabajadores por cuenta ajena que sumó Salamanca en abril, solo 181 lograron un empleo fijo a jornada completa. Por el contrario, casi dos tercios de los nuevos contratos, el 62% son a tiempo parcial, fijos discontinuos o de prácticas. Conforme a los datos de la Seguridad Social, en abril se alcanzaron en Salamanca los 4.915 fijos discontinuos, la segunda cifra más alta de la historia —solo por detrás de mayo del pasado año—, y es que solo el pasado mes se sumaron 188 nuevos —23% de las nuevas contrataciones—.

Los datos de afiliación dejan muy claro que ha sido la Semana Santa la que ha impulsado el incremento de las contrataciones. Son 287 los nuevos trabajadores que sumó el sector de la hostelería, lo que supone que acaparó el 33% de los nuevos ocupados. La otra área que sumó más plantilla durante el pasado mes fue el que abarca los servicios sanitarios y sociales (16,7%). Nuevamente aumentó la contratación de cuidadores y sanitarios en 146 personas, así como de personal para actividades administrativas y servicios auxiliares.

Por otra parte, el pasado mes se registró el mayor incremento mensual de los autónomos en esta provincia de los dos últimos años. Son 25.151 los trabajadores por cuenta propia dados de alta, 47 más que en marzo, pero, eso sí, 178 menos que un año antes.

Ante este escenario, tanto empresarios como sindicatos coinciden en los buenos datos de empleo en la provincia, pero evidencian sus posiciones enfrentadas respecto a la reducción de la jornada semanal a 37 horas y media. «Una reducción de jornada sin ajuste salarial supone un aumento automático del 6,25% en los costes empresariales, algo que muchas pymes no pueden asumir», insiste el presidente de la Confederación de Empresarios de Salamanca (CES), Antonio Rollán. Por ello, denuncia que la reforma «se ha planteado sin tener en cuenta las características del tejido empresarial español». En la misma línea, CEOE-CEPYME Salamanca insiste en que «el aumento de cargas administrativas, los cambios legislativos sin consenso y la aprobación de reformas que afectan directamente al ámbito de la negociación colectiva o a la jornada laboral generan un entorno cada vez más complejo para las pequeñas y medianas empresas». Por su parte, el secretario provincial de UGT, Marcelino Muñoz, asegura que «es el momento para que, de una vez por todas, se vea reducida la jornada laboral a 37,5 horas semanales (sin merma salarial)».

Por otra parte, CES reclama también «celeridad y transparencia en la investigación de las causas del apagón para facilitar las reclamaciones por las pérdidas a los seguros de las empresas. «La diligencia en la gestión de estas indemnizaciones es clave para paliar pérdidas de alimentos perecederos, daños en maquinaria o sistemas de seguridad», incide Rollán.

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