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Martes, 1 de junio 2021, 13:22
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Después de años muy complicados, la construcción no solo comienza a ver la luz, sino que con esta pandemia ha recibido un impulso. No llega tanto por un aumento de las nuevas edificaciones como por un “boom” de las reformas. Con el confinamiento y los cierres perimetrales han sido muchos los salmantinos que han apostado por realizar reformas en sus hogares o por rehabilitar viviendas en zonas rurales que no se encontraban en las mejores condiciones de habitabilidad. Y eso se está notando.
Sumado a este aumento de la demanda, en los últimos meses se ha producido una subida “brutal” de las materias primas que está empañando la recuperación. “Hay mucho trabajo pero los presupuestos que hicimos hace unos meses hoy resultan insuficientes”, apunta el presidente de la Agrupación Empresarial de la Construcción (Aconsa), Javier Tamames. Los derivados del hierro, la madera, el plástico, la celulosa o el petróleo se han encarecido hasta un 60% respecto a principios de año. El mayor incremento se ha producido en los últimos meses y los proveedores le insisten a las constructoras en que los precios previsiblemente no se mantendrán más de dos semanas, augurando así otra nueva subida. Se trata de “una situación excepcional”, explican fuentes de una gran compañía con 24 centros de producción en todo el mundo dedicada al suministro de materiales de construcción. Ante el incremento de la demanda, esta empresa se ha visto obligada a hacer acopio de materias primas por miedo a quedarse sin ellas ante la mayor actividad de la construcción, y eso les ha llevado a aceptar los elevados precios que se exigen a nivel internacional.
El aumento de costes apenas se ha empezado a trasladar aún al cliente final. La competencia hace que se estén ajustando mucho los presupuestos. La subida de precios ha sido tan rápida que las constructoras están acometiendo obras con presupuestos muy bajos para los precios actuales reduciendo el margen de beneficios al mínimo y preocupados por los problemas de abastecimiento que se están produciendo a nivel mundial en determinados productos. Esta situación esta generando “estrés” en el sector. Proveedores y constructores consultados por este periódico temen que el aumento de precios, así como el fin de las limitaciones de movilidad, frene el interés por las reformas; quienes se han aprovisionado de materiales para mitigar los efectos la inestabilidad del mercado y han hecho importantes inversiones tienen la incertidumbre de si conseguirán darles salida; y el anuncio de subidas preocupa a la hora de ofrecer presupuestos a largo plazo. Pero, como señalan los proveedores, es una situación extraña: ahora todo corre más prisa, hay nerviosismo, urgencia por agilizar todo lo posible las reformas.
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