El socorrista que salvó la vida a un bebé en la piscina: «Al hacerle la RCP recuperó la consciencia»
Diego Valiente, que actualmente es Policía Nacional en Madrid, salvó la vida de un pequeño de 15 meses en Carrascal de Barregas en el año 2022
Salamanca
Sábado, 26 de julio 2025, 07:30
«Fue un día de muchos nervios, muy intenso». Así define Diego Valiente, salmantino que ahora ocupa el cargo de Policía Nacional en Madrid, la jornada del 9 de agosto de 2022 que nunca olvidará. No empezó así la mañana en la piscina municipal de Carrascal de Barregas, donde Diego trabajaba entonces como socorrista por segundo verano consecutivo. «Apenas teníamos bañistas, allí las mañanas son muy tranquilas», relata.
Hasta que unas voces que pedían ayuda urgente lo alertaron. Una mujer venía desde la urbanización Peñasolana —anexa a la piscina municipal— para pedir asistencia mientras aseguraba que un niño pequeño se había ahogado en la piscina familiar de uno de los chalés contiguos. Sin pensarlo, Diego y su compañero Álex —que se encontraba en la taquilla de las instalaciones—, acudieron hasta la casa en apenas un minuto. Allí se encontraron con la dramática situación: un bebé de 15 meses en parada cardiorrespiratoria.
Sin perder el tiempo y con la sangre fría que requiere una situación así, Diego pidió a Álex que fuera a buscar rápidamente el desfibrilador que tenían en el botiquín de la piscina municipal y a la familia afectada que llamara a Emergencias. Mientras, él realizó el primer paso para comprobar los signos vitales: el 'ver-oír-sentir'. Consiste en ver si se mueve la caja torácica, oír si respira y sentir el pulso. En aquel caso, el pequeño no respondía a ninguna de las tres pruebas, lo que confirmaba la parada cardiorrespiratoria.
Fue entonces cuando Diego le realizó al bebé la reanimación cardiopulmonar (RCP) pediátrica. En este momento, hace una pausa para explicar la diferencia entre el procedimiento que se aplica en los adultos y en los niños: «En la RCP pediátrica tienes que coger al niño con una mano, de forma que el pecho quede frente a ti, y con dos dedos de la otra mano aplicar compresiones. En el caso de los adultos se hace en el suelo entrecruzando las dos manos».
Afortunadamente, gracias a esta maniobra, los momentos más críticos pasaron: «Al aplicarle la RCP recuperó la consciencia y fue expulsando el agua que había tragado». El desfibrilador que Álex acercó desde la piscina municipal en apenas segundos no fue necesario. Aunque debían ser cautos, la gravedad parecía haber pasado y colocaron al bebé en posición lateral de seguridad mientras esperaban a que llegaran los sanitarios. «La UVI móvil llegó a los cinco minutos, fue muy rápida, así que chapó por las emergencias de Salamanca», añade Diego.
Una vez pasado el susto, la familia le contó lo ocurrido. El pequeño estaba en la piscina hinchable del jardín con un flotador, y este se dio la vuelta, dejándolo sumergido durante un tiempo indeterminado. Por suerte, la rapidez en la actuación sirvió para que todo quedase en una pesadilla momentánea: «Hace un año me encontré con su padre, le pregunté por él y me dijo que el chico estaba perfecto», cuenta sonriente el que ahora es Policía Nacional.
Diego Valiente hace hincapié en el cuidado que se debe tener en la piscina o la playa: «El medio acuático es peligroso y muchas veces nos confiamos». La supervisión a los más pequeños y el conocimiento de primeros auxilios y su aplicación son fases esenciales para hacer del baño refrescante una diversión segura. Diego y Álex recibieron una condecoración en el municipio unos meses después del suceso, y el año pasado se le otorgó al Policía la Medalla al Mérito por el acto heroico con el que hizo absoluto honor a su apellido.
Cómo actuar
Mantener la calma y actuar adecuadamente
Ante una situación grave como un posible ahogamiento, el primer paso es aplicar el 'ver-oír-sentir' para comprobar los signos vitales y llamar a Emergencias. Si el afectado no responde, hay que realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que lleguen los sanitarios.
Enseñar a hacer la reanimación cardiopulmonar
La sociedad —y en concreto los centros educativos— está cada vez más concienciada en enseñar estos primeros auxilios. Se realiza siguiendo la relación 30:2, es decir, series de 30 compresiones torácicas seguidas de 2 ventilaciones de rescate.
No confiarse en la aparente seguridad del agua
Supervisar en todo momento a los niños y tener precaución en la parte de una piscina, playa o lago en la que decidir sumergirte puede ayudar a evitar un susto.