Sin sanciones en la Zona de Bajas Emisiones de Salamanca hasta junio de 2024
El Ayuntamiento apurará al máximo el plazo para implantar la ZBE, 18 meses según establece el Decreto | Dada la buena calidad del aire de la ciudad, las restricciones apenas afectarán a la vida cotidiana de los vecinos
Martes, 10 de enero 2023, 10:01
El Ayuntamiento de Salamanca apurará “al máximo” los plazos de puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones, impuesta por el Gobierno a las ciudades con más de 50.000 habitantes. Esto supone que no se multará ni entrará en vigor la ordenanza que regule este área antes de 18 meses, periodo otorgado por el Real Decreto de 27 de diciembre de 2022. No obstante, el Consistorio también estará condicionado por los tiempos marcados por la ejecución de las obras, financiadas con los Fondos Next Generation.
En todo caso, la ZBE apenas tendrá repercusión en la vida cotidiana de los vecinos de Salamanca. El motivo es que las restricciones que los ayuntamientos pueden imponer a determinados vehículos, en concreto a los más contaminantes, deben ser “proporcionales” a los objetivos de reducción de contaminación que cada municipio se proponga. En este sentido, fuentes municipales insisten en que la ciudad se caracteriza por la buena calidad del aire, tal y como ha constatado un estudio de la Agencia Europea de Medio Ambiente, en el que concluye que la capital del Tormes es la primera ciudad de España y una de las diez ciudades europeas con mejor calidad.
No cabe duda de que niveles de contaminación de urbes como Madrid o Barcelona son notablemente superiores a los de Salamanca. Ahí sí tienen problemas, sobre todo en las zonas más céntricas, y tendrán que imponer restricciones o incluso prohibiciones de la circulación de los vehículos más contaminantes. “No es el caso de Salamanca, porque el centro de la ciudad es en gran parte peatonal y no hay circulación de coches, salvo los autorizados, para acceso de residentes, usuarios de garajes, taxis, vehículos de emergencia...”, aclara el alcalde, Carlos García Carbayo. Por tanto, continúa el primer edil, “no será necesario establecer más restricciones que las ya conocidas para las zonas peatonales”. Cabe recordar que las calles más céntricas ya son en su práctica totalidad peatonales. En mayo de 2018 se activaron las 21 cámaras que controlan la restricción del tráfico en este área, excluyendo a los vehículos incluidos en las excepciones.
Los continuos retrasos del Ejecutivo en la regulación de las Zonas de Bajas Emisiones han facilitado al Consistorio salmantino cumplir con los plazos previstos por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Por un lado, la ciudad cuenta desde hace 10 años con una de las imposiciones: disponer de su propio Plan de Movilidad. También cumplió el segundo de los requisitos: disponer del proyecto de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), documento que se presentó en marzo del año pasado, a pesar de que el plazo para su elaboración finalizaba el 31 de diciembre.
El trabajo de los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes se centra en este momento en elaborar las ordenanzas que regularán estas áreas que buscan mejorar la calidad del aíre, algo que no ha sido posible hasta el pasado 27 de diciembre, cuando se publicó el Real Decreto que sirve de marco para imponer las restricciones. El texto otorga 18 meses de plazo para aprobar la ordenanza, aunque la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha solicitado una ampliación del periodo, al considerar que la demora en la publicación no ha facilitado el cumplimiento de la ley.
Ciudades como Valladolid tampoco tienen prisa para poner en marcha esta estrategia, cuyo fin es también mejorar la calidad acústica de las ciudades y mitigar el cambio climático. La capital pucelana ya ha avanzado que prevé implantar la medida en el último trimestre de este año.