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Primero lo afirmó la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, después del apagón: “Les aseguro que no tenemos recursos fósiles. No tenemos uranio. Pero sí tenemos sol y sí tenemos viento”. Y, ayer, en el Congreso de los Diputados insistió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, remarcando que la energía nuclear nos haría depender del mineral ruso. “Mucho hablan de las centrales nucleares y poco hablan de que en España no hay uranio y de que, por tanto, tendremos que importarlo”, aseguró durante su comparecencia en la Cámara Baja para informar de la acción del Ejecutivo ante la crisis energética que tuvo lugar el día 28 de abril. Pero, por mucho que reiteren en ello, lo cierto es que no es verdad. Tras la afirmación de ayer, en las redes se dispararon las críticas a Sánchez. España sí tiene uranio. De hecho, en este país se encuentra una de las mayores reservas de Europa y gran parte se localiza en la provincia de Salamanca.
No obstante, es el propio Ejecutivo el que no permite su explotación. Conforme al artículo 10 de Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, se prohíbe “el otorgamiento de permisos de exploración, permisos de investigación o concesiones directas de explotación, ni sus prórrogas” de minas, de minerales radiactivos sobre energía nuclear, cuando tales recursos sean extraídos por sus propiedades radiactivas, fisionables o fértiles.
Según recoge el “Libro Rojo del Uranio”, publicado por el Foro Nuclear, los tres yacimientos de Salamanca (Retortillo, Zona 7 y Alameda), todos ellos en posesión de Berkeley Minera España, “alcanzarían una capacidad de producción de 1.690 toneladas al año durante una vida útil de la mina de 14 años. Representan casi tres cuartas partes de los recursos que hay en el país, que serían suficientes para abastecer a todo el parque nuclear español durante casi 20 años.
Fue en julio de 2021 cuando el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) emitió un informe negativo sobre la licencia de construcción de la planta de procesamiento. Este informe es obligatorio y, en caso de ser negativo o estar relacionado con las condiciones impuestas, es vinculante por lo que el Ministerio para la Transición Ecológica, que es el responsable de otorgar licencias de construcción, rechazó la autorización para construir la plante de procesamiento de uranio.
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