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Nacho Bermúdez, un apasionado de laFórmula 1, siempre se preguntó quién colocaba la publicidad en cada circuito del Campeonato Mundial. Hasta que un día lo descubrió por sí mismo. Con tan solo 26 años encontró a través de Instagram la empresa alemana que se encarga de «vestir» de color con logos de los sponsors—patrocinadores— cada pista. Y decidió enviarle varios correos electrónicos hasta que contactaron con él.
A partir de ese momento ha tenido la oportunidad de formar parte de su equipo, trabajar de cerca con todos los pilotos, desearles suerte y respirar la tensión en cada competición. «Cruzarse con Fernando Alonso, Carlos Sainz o Lewis Hamilton llega a convertirse en algo normal cuando trabajas en el paddock—una zona privilegiada donde se encuentran los pilotos y las escuderías—. Así como con Christian Horner, jefe de Red Bull o con Toto Wolff, de Mercedes», expresa Nacho.
El salmantino tiene 29 años y estudió Publicidad y Relaciones Públicas en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca. Al acabar la carrera decidió darse de alta como autónomo y abrir una empresa de publicidad hasta que cumplió el sueño de trabajar en la empresa proveedora de F1tres temporadas, desde 2021 hasta 2023. Esta se encarga de transformar eventos deportivos con branding y cartelería publicitaria de la más alta calidad. Con el «gran circo», un equipo formado por más de un centenar de personas, Nacho ha viajado por todo el mundo. «En cada circuito montamos un pequeño campamento y durante dos semanas trabajamos para cubrir la pista antes de cada carrera. Cada pista posee unos 5 kilómetros de media y más de 12 de publicidad», explica el salmantino.
Según Nacho, cuando el equipo llega a los circuitos está todo «vacío» y son ellos los que se encargan de decorar todo el recorrido con logos de marcas de lujo tales como Rolex, Pirelli o Heineken, entre otras. «Cuando llegamos los muros son blancos y los guardarraíles, las curvas o los puentes están descubiertos. Por eso nos encargamos de instalar los anuncios. Cubrimos desde las vallas hasta las cajas de generadores, colocamos pantallas, decoramos el pódium y el arco de acceso al paddock, pintamos el suelo... Con el objetivo de que los planos de las cámaras estén inundados de color cuando corren los coches», cuenta el joven, que añade que cada circuito del mundo es muy diferente.
Las pistas poseen una infraestructura distinta, por eso el grupo tiene que adaptar los anuncios a cada una. A veces solo es cuestión de «cortar», pero otras tienen que realizar nuevos diseños: «Consiste en dejarlo bonito, que los logos de los sponsors estén bien colocados siguiendo los estándares de calidad de Fórmula 1».
Cada dos semanas, Nacho viajaba a un país diferente con la empresa y permanecía en cada ciudad hasta el final de la carrera: «El grueso del trabajo es llenar la pista en una semana y media, realizar los cambios necesarios, permanecer durante la carrera y después recoger las lonas para la siguiente».
Para el salmantino, la F1 se ha convertido en uno de los deportes del mundo donde las marcas buscan tener un espacio publicitario: «Todo es marketing, es un deporte elitista donde las marcas quieren aparecer y más en estos últimos años de boom desde el estreno de 'Fórmula 1: Drive to Survive', una serie documental de Netflix que ha provocado que el campeonato se dirija a un público más general».
Actualmente, Nacho ha decidido tomarse un descanso porque han sido tres años «muy intensos»: «Trabajar fuera de casa hace que entres en un túnel del tiempo donde descuidas a la familia y a los amigos...». A pesar de ello, siempre ha llevado por bandera a su ciudad natal. «Siempre he intentado que supieran dónde estaba Salamanca, pues después de haber recorrido mundo me he dado cuenta que no hay nada como esta ciudad», dice con orgullo.
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