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Un coche fúnebre circulando por el paseo de Rector Esperabé, en el centro de Salamanca. LAYA
Salamanca vive el mayor descenso de mortalidad del país tras dispararse en 2022

Salamanca vive el mayor descenso de mortalidad del país tras dispararse en 2022

Salamanca, con una reducción del 11,5% de fallecidos entre enero y abril, la provincia en la que más disminuyen los decesos | Tras situarse a la cabeza de España en el aumento de defunciones en 2022, vuelve a cifras similares a las de prepandemia

Carlos Rincón

Salamanca

Jueves, 18 de mayo 2023, 06:56

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De extremo a extremo. La «resaca» de la covid ha llevado a Salamanca de ser la segunda provincia de España con un mayor incremento de la mortalidad en 2022 al territorio de todo el país en el que más descendieron los decesos durante el primer cuatrimestre de 2023. Tras el desmedido aumento de fallecimientos con el que se cerró el pasado ejercicio —632 defunciones más, casi un 16%, que en 2021—, solo superado en Santander, y al que los expertos sanitarios y demógrafos no encontraban una única causa, Salamanca se convirtió entre enero y abril de este año en el territorio español en el que más han descendido las defunciones. Fueron un 11,42% menos que en el mismo periodo de 2022. La cifra de fallecimientos cayó ocho veces más que en el conjunto de España (-1,41%) y el triple que en Castilla y León (3,5%), según los últimos datos de la estadística de defunciones semanales que el INE empezó a publicar poco después de desatarse la pandemia mundial tomando como fuente las defunciones notificadas por los registros civiles. En las diecisiete primeras semanas de 2023 fallecieron 1.450 salmantinos, frente a los 1.637 del pasado año.

De momento, en el primer cuarto del año en Salamanca se registraron, de media, once decesos menos por semana que en el mismo periodo de 2022. Hasta finales de abril se contabilizaron 187 fallecidos menos que en el mismo periodo del año anterior, en el que el exceso de mortalidad aún no estaba vinculado a las históricas olas de calor que se produjeron durante los meses de verano. El principal motivo al que apuntaban los expertos como causa del pronunciado incremento de las defunciones en esta provincia durante los primeros meses del pasado año era que la covid había dejado una sociedad más enferma y una Sanidad «tocada», ya que algunos tratamientos y diagnósticos llegaron tarde al tenerse que priorizar la lucha contra una emergencia sanitaria que acaparó gran parte de los recursos, el coronavirus. El hecho de ser una de las provincias más envejecidas de España es otro de los motivos al que aludieron en 2022 los expertos consultados por este periódico a la hora de explicar el destacado incremento de las defunciones, que ya no estaba directamente vinculado a infecciones por coronavirus. En cualquier caso, sanitarios y demógrafos insistían en qué era pronto para sacar conclusiones y que era necesario esperar a los indicadores demográficos de los años siguientes para dar con las verdaderas causas.

El brusco descenso de los fallecimientos en la provincia no implica que la tasa de mortalidad se haya situado por debajo de los parámetros habituales en los años previos a la pandemia. Lo que ha ocurrido es que precisamente se ha regresado a ellos después de los picos de fallecimientos registrados, primero, en 2020 y, después, en 2022. De hecho, en el primer cuatrimestre de este ejercicio se han contabilizado cinco decesos más que en el mismo periodo de 2021, cuando se comenzó a suministrar a la población la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y empezaron a desaparecer las restricciones. Pero las cifras de 2023 son ya inferiores a las registradas en años previos a la pandemia, como 2012, 2015, 2017 y 2018.

De estos datos, se deduce que la «resaca» del coronavirus parece haber llegado a su fin. Según la estadística de la Junta de Castilla y León, en el complejo hospitalario de Salamanca se certificaron en los cuatro primeros meses de este año 29 muertes de pacientes con covid, casi una quinta parte que en el mismo cuatrimestre del 2022, cuando se contabilizaron 141. De la misma forma, el regreso a cifras de mortalidad similares a las de la prepandemia parecen indicar que los decesos prematuros vinculados a diagnósticos y tratamientos que el confinamiento demoró han disminuido.

Estas importantes oscilaciones en las cifras de mortalidad que se han detectado en los dos últimos años en Salamanca, al igual que otras provincias como Santander, no se han reproducido de la misma forma en toda España. En el conjunto del país se registraron en el primer cuatrimestre del pasado año 158.976 defunciones, una cifra inferior incluso a la que se registraba en prepandemia —en el mismo periodo de 2018 fueron 160.587—.

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