Salamanca no recibe ucranianos desde hace diez meses

Entre marzo y mayo de 2022, se dieron de alta 192 refugiados procedentes de ese país. Eran una media de dos al día, dado que a España, y también a Salamanca, llegaban casi cada jornada autobuses llenos principalmente de mujeres y niños que huían del conflicto bélico. Pero ese ritmo bajó aquel mismo verano. Entre junio de aquel año y julio de 2023 continuó un 'goteo' de no más de cuatro nuevos ucranianos por mes. En todo ese periodo, fueron un total de 28 los que se censaron. Y tras esos meses, el INE no ha vuelto a notificar ningún nuevo empadronamiento en los ayuntamientos de la provincia. De hecho, en la primera mitad del pasado año los ucranianos fueron, junto a los propios españoles, los marroquís y los rumanos, las nacionalidades que más dejaron Salamanca para emigrar a otros países. Además del INE, lo confirmaron también las organizaciones humanitarias que explicaban que, en vista de que la guerra no tenía vistos de acabar pronto, optaron por regresar a su país o, al menos, a algún territorio más cercano a su hogar.

No en todo el país se ha percibido este descenso en la llegada de refugiados. En Alicante el pasado marzo —último dato disponible— se empadronaron casi medio millar de ucranianos, y en la vecina Valencia otros 300. Fueron más que en Barcelona (230) y Madrid (100), lo que apunta a un movimiento hacia la costa en busca de trabajo de temporada.

Por otra parte, la situación laboral de la población ucraniana que vive en Salamanca ha mejorado. El paro ha descendido más de un 30 %, ya que el número de desempleados descendió de 72 a 49 de marzo de 2023 al mismo mes de este año. En la misma línea, han aumentado el número de afiliados a la Seguridad Social. En el último ejercicio, los ucranianos ocupados se han incrementado un 20 %, al pasar de 129 a 154.