¿Por qué hay más retrasos de los habituales en el autobús urbano de Salamanca?
En plena negociación colectiva, los trabajadores plantearon una «huelga de celo» y, aunque ahora los sindicatos la niegan, algunos conductores aseguran que se está aplicando
En las últimas dos semanas se ha convertido en más habituales los retrasos de autobuses urbanos que antes llegaban a las paradas con mucha puntualidad. En algunas líneas el tiempo que los vehículos permanecen parados se ha alargado ligeramente y algunos conductores ponen un mayor empeño en comprobar que los abonos y tarjetas están en orden. Es cierto que con las Ferias y Fiestas, así como con el comienzo de curso, la demanda aumenta. Pero casualmente estos incidentes que, en muchos casos pueden pasar desapercibidos, coinciden con un momento decisivo de la negociación entre trabajadores y empresas de la actualización del convenio colectivo. Aunque fuentes sindicales consultadas por este periódico lo niegan, algunos conductores reconocen que se está llevando a cabo una «huelga de celo» para presionar a la compañía.
Tras un año de negociaciones, el pasado 1 de septiembre los trabajadores celebraron una asamblea en la que se decidió rechazar las condiciones de renovación del convenio colectivo que planteaba Salamanca de Transportes. A partir de ese momento y según ha podido saber este periódico, a través de comunicaciones internas se planteó una huelga «a la japonesa» con un cumplimiento estricto de las normas. Sin embargo, fuentes del sindicato UGT insisten en que esta medida no se ha llegado a aplicar y que los retrasos se derivan de la falta de conductores y de vehículos que existe. Lo llamativo es que estas demoras se han producido casualmente ahora. Por su parte, fuentes municipales minimizan el impacto que los retrasos están teniendo en el servicio y apuntan que los trabajadores pusieron sobre la mesa está medida de presión pero realmente no la están llevando a cabo. Sin embargo, lo cierto es que sí se están detectando retrasos en algunas de las líneas.
Al margen de si existe o no la «huelga de celo» con la que se amenazó, tanto la empresa como los sindicatos insisten en que la negociación está abierta y en ambos casos manifiestan su intención de llegar a un acuerdo. El pasado martes se produjo una reunión para negociar la renovación del convenio colectivo pero no se llegó a un acuerdo. Este lunes, 15 de septiembre, está previsto un nuevo encuentro en el que las dos partes tratarán de acercar posiciones.