Residencias de mayores, al límite al no lograr personal para las vacantes
Habitaciones e incluso centros enteros de la provincia cerrados, especialmente en zonas rurales, por las graves dificultades para encontrar profesionales
«Desde Empleo me mandaron 36 candidatos. Solo se presentaron cinco a la entrevista. Uno no podía porque iban a operar a su padre, otro no tenía coche, a otro le venía mal, uno se excusó alegando que se iba cambiarse de ciudad… Pero, ¿en qué país estamos?». Es como relata el director de una residencia de mayores, de Castellanos de Villiquera, José Manuel García, un reciente proceso de selección de técnicos en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) para su centro. «No encontramos personal de cocina ni de limpieza. Tenemos graves dificultades para cubrir las plazas de auxiliar, pero aún más para las de enfermería y las de médico», añade Alberto Rodríguez, representante de Salamanca en la Federación Castellano-Leonesa de Residencias de la Tercera Edad (ACALERTE), y responsable de tres residencias en el municipio de Beleña. «Tenemos cubierta la ratio que se nos exige en función del número de plazas, pero hacemos malabarismos para conseguirlo», añade el responsable de uno de los centros residenciales privados de Ciudad Rodrigo. «La Diputación «nos quita» a nuestros trabajadores», comenta el director de otra residencia mirobrigense señalando la «fuga» de personal hacia las instituciones públicas. Y, desde LaSalina, la diputada de Bienestar Social, Familia y Juventud y Centros Asistenciales, Eva Picado, remarca que a la institución provincial también le está costando mucho encontrar profesionales, principalmente de enfermería, que le cubran sustituciones y vacantes que hay en sus residencias. «A nosotros, nos hace la competencia Sacyl. A muchos trabajadores les interesa más irse al hospital y a los centros de salud», apunta. Estas importantes complicaciones para encontrar personal están llevando al límite a muchas residencias de mayores.
«Tenemos tres centros y hemos tenido que cerrar el más pequeño al no encontrar suficiente personal para cubrir las vacantes. Es muy triste que después de tener una residencia habilitada, con todos los protocolos y con todo lo que se nos exige, haya que solicitar una suspensión temporal de actividad», explica Rodríguez, quien deja claro que los problemas de falta de personal no son solo cosa de Salamanca, sino que en Valladolid, Zamora o Soria también se viven una situación complicada, así como en muchos otros puntos de España. El suyo no es el único caso en el que la imposibilidad de cubrir puestos le impide acoger a más residentes. En la provincia, hay cuatro centros cerrados. «Ahora mismo tengo cinco habitaciones vacías, pero no quiero llenarlas porque no tendría personal suficiente para cumplir la ratio. Además, ahora tengo a nueve personas de baja», comenta José Manuel García, quien explica que casi cada semana tiene que poner una nueva oferta de empleo. En una residencia de Ciudad Rodrigo, llevan buscando personal de cocina desde hace un año y se las arreglan con ayuda externa. Además, dos de los centros mirobrigenses han optado por compartir médico. En Aldeadávila de la Rivera para captar candidatos ofrecen alojamiento a los profesionales.
La escasez de enfermeras, fisioterapeutas y médicos afecta a casi todas las residencias, incluidas las de la capital, pero también es difícil encontrar auxiliares, cocineros o personal de limpieza. Y es que en las zonas rurales la situación se complica aún más, ya que, según explican sus directores, no es fácil dar con alguien dispuesto a aceptar un trabajo en un pueblo alejado de la ciudad. Los grandes centros residenciales de la capital pueden ofrecer mejores condiciones laborales a sus empleados y, sobre todo, no implican grandes desplazamientos. Aseguran no verse tan afectados y aun así insisten en los problemas para encontrar médicos y fisioterapeutas, pero en las residencias de la zona rural, más pequeñas, no pueden permitirse sueldos mucho más altos porque tendrían que elevar mucho la tarifa a sus residentes.
Con la llegada del verano, la situación se complica aún más. Comienza la campaña de sustituciones de Sacyl para cubrir vacaciones, y las residencias no solo no encuentran personal para sus vacantes sino que algunos de sus empleados se marchan para aceptar contratos de corta duración en el Hospital o los centros de salud que les abren la puerta a ir encadenando contratos durante años. «Creo que este verano lo tenemos salvado», explica la diputada Eva Picado. «Pero en el periodo estival tenemos problemas sobre todo por la falta de enfermeras», señala evidenciando que la carencia de profesionales afecta tanto a los centros privados como los públicos.
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