Polémica abierta por el uso de gafas en las piscinas: «Es una norma absurda»
Una usuaria no pudo acceder a la zona de baño con las gafas de ver para vigilar a su hijo
Salamanca
Lunes, 28 de julio 2025, 13:04
«No se podrá entrar ni en la zona de baño ni en el agua con gafas de cristal». Esta frase es una pequeña parte de la normativa de uso de las piscinas municipales de Salamanca y la causante de que hace unos días una usuaria de la piscina de El Helmántico con iniciales C. Z. tuviera que abandonar la zona vallada de la piscina junto a su hijo de cuatro años, después de pasear alejada del borde de la piscina mientras vigilaba con unas gafas de ver al pequeño, que estaba dentro del agua.
Su miopía de cinco dioptrías le imposibilita observar el entorno sin las lentes, pero la prohibición de la presencia de cristales en la zona de baño es clara y extendida. Es lo que aseguran desde el Ayuntamiento de la capital, quienes recalcan además que no es una normativa propia de aquí, sino que se repite en la mayoría de piscinas públicas del país y que se hace con el objetivo de evitar cortes entre los bañistas.
Cabe destacar que si un cristal se rompe cerca del agua o en su interior, la actuación a seguir es cerrar la piscina y vaciarla para retirar los restos y llevar a cabo después un nuevo llenado, proceso que puede prolongarse una semana.
La afectada trabaja como técnica de prevención en una empresa y es tajante con esta habitual medida: «Hay menor probabilidad de que se rompa un cristal y te hagas un corte que de ahogamientos, que se producen en muchas piscinas cada verano incluso con vigilancia. Además, los cortes no son tan graves». Añade que ella solo va a la piscina en días contados, pero que considera necesario alzar la voz por aquellos bañistas con su mismo problema que acuden de forma más asidua y contra una norma que considera «absurda».
«Lo podemos equiparar con una discapacidad, porque yo tengo una a nivel visual. Es leve, pero necesito las gafas para ver igual que aquel que requiere de un respirador o una muleta», argumenta la usuaria. Es por ello que, al no proponerse ninguna otra solución, C. Z. pide que, mientras los usuarios no accedan al agua, se les permita entrar con los accesorios necesarios —en su caso las gafas para la visión— en la zona de baño.
Para la usuaria, es el único modo de que su hijo pueda ser observado de forma permanente dentro del agua cuando acuden solos al recinto ya que «los socorristas están para vigilar el vaso de la piscina de forma general, a todos por igual, no para cuidar de un niño específicamente». C. Z. señala también otros inconvenientes en las instalaciones —habituales en cada campaña estival— como la situación del césped, los vestuarios o los suelos resbaladizos que provocan caídas. «Siento cada vez más dejadez en el cuidado y por eso decidí hacerlo público», sentencia.
Otras polémicas en las piscinas salmantinas
Prohibición de entrar al vestuario con un bebé
El pasado mes de marzo, hubo otra polémica relacionada con el reglamento de las piscinas. En ese caso, se le vetó la entrada a un padre en el vestuario de la Piscina de Garrido para recoger a su hijo mayor por ir con su otro hijo —un bebé—, considerado como acompañante. La norma dice que solo puede acceder una persona para acompañar a los menores para evitar una saturación.
No se permite el uso de chalecos
Una usuaria trasladó a este periódico hace dos años una queja por prohibir a los menores acceder al agua con chalecos flotadores, los cuales están aconsejados por la OMS y la Asociación Española de Pediatría. La normativa de las piscinas salmantinas vigente en aquel momento instaba al uso de manguitos.
Prohibida la entrada a una paciente oncológica con gorra
El verano pasado, una paciente oncológica y usuaria de las piscinas de La Aldehuela puso en manos de la Asociación Española Contra el Cancer su caso: el socorrista no le dejó acompañar a su hijo a la piscina pequeña por entrar a la zona de baño con gorra, a pesar de que en ningún momento se pensaba sumergir en el agua. En ese caso, la empresa gestora consideró que la usuaria tenía razón, pidió disculpas y tomó medidas al respecto.
Otros accesorios no permitidos
Según la normativa, se prohíben —además de las gafas de cristal— gafas de sol, teléfonos, cámaras o cualquier otro objeto que ponga en riesgo la seguridad.