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Una joven utiliza su teléfono en la piscina.
Los psicólogos, sobre la dependencia del móvil en verano: «No podemos tener la misma presión que durante todo el año»

Los psicólogos, sobre la dependencia del móvil en verano: «No podemos tener la misma presión que durante todo el año»

La desconexión digital es necesaria por muchos motivos, pero el principal es que cada vez se es más dependiente del teléfono y su uso continuo puede provocar adicciones

Daniel del Castillo

Salamanca

Domingo, 28 de julio 2024, 16:14

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Levantarse por las mañanas e ir directo a agarrar el teléfono es ya patrimonio nacional de quienes deben apagar el despertador del móvil, ver la nueva actualización del 'feed' de las redes sociales, contestar ese mensaje de quien tanto se espera su notificación o, simplemente, ver que la hora de despertarse ya ha llegado y ese sueño en el que se conoce Bali y Bora-Bora se quedó en un sueño. Las TIC han llegado para quedarse y no hay duda de que su uso es beneficioso siempre y cuando no se descuide ni se convierta en algo adictivo. No hay nada nocivo en ello, salvo darles un mal uso.

Las vacaciones llegan para todos y también deben llegar a las pantallas. Hoy en día, son un elemento primordial en la vida, pero no se debe permitir que la ocupen al 100%.

El teletrabajo ha aumentado su uso y trabajo y ocio comparten el mismo espacio en pantallas de teléfonos y ordenadores. Tan fácil es entrar en Instagram como en un un correo del trabajo si estamos de vacaciones. La desconexión digital es necesaria por muchos motivos, pero el principal es que cada vez se es más dependiente del teléfono móvil, del ordenador y de hasta los relojes inteligentes. Una de las consecuencias que provoca el uso continuo del teléfono móvil es el efecto FOMO (Fear Of Missing Out), que es la ansiedad provocada por la sensación de perderse actividades o eventos sociales.

«El efecto FOMO no es algo real. Solamente es una presión social falsa que nuestro cerebro recibe al querer formar parte de todos los contenidos que se encuentran en internet. Este efecto conlleva problemas como la falta de autonomía. Se empieza a vivir a espensas de los demás y no de lo propio. Es una sensación continua de que yo tengo que estar aquí o allí», asegura Hilario Garrudo, psicólogo clínico con consulta en Salamanca.

Esta necesidad de mirar el móvil constantemente hace que se genere un miedo a estar ausente de las cosas que solo controlamos a través del teléfono y, además, se genera la 'obligación' de llevarlo a todas partes.

La instauración del teletrabajo como nueva modalidad ha provocado una mejora en la calidad de vida de muchos profesionales al aumentar la conciliación o permitir un mayor aprovechamiento del tiempo, pero también ha difuminado los límites entre la vida laboral y personal. Esto dificulta, en muchas ocasiones, mantener el equilibrio necesario para conservar el bienestar emocional. Garrudo también señala la importancia de marcar un límite con el trabajo en vacaciones: «No se puede tener la misma presión durante nuestra época laboral que en vacaciones por mucho que se quiera estar pendiente de las cosas del trabajo. Las vacaciones también significan marcar un límite y descansar».

La desconexión digital no es solo un beneficio para los trabajadores, sino también para las empresas. Unos empleados descansados y desconectados regresan al trabajo con mayor energía, motivación y productividad. Además, la desconexión digital ayuda a prevenir el estrés, el 'burnout' y otros problemas de salud mental asociados con el exceso de trabajo.

La hiperconexión también es la causante de muchos problemas de salud física y mental. Las relaciones sociales se ven afectadas porque la sobreestimulación digital aleja de la realidad. También es peligroso caer en la pérdida de control. Dedicar un rato del día a purgar el uso excesivo provocará una mejoría a diario.

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