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Ammonoideos en sección longitudinal, que puede verse en las paredes de la Facultad de Ciencias. GEOCIENCIAS OCEÁNICAS USAL
Prehistoria en las paredes urbanas de Salamanca

Prehistoria en las paredes urbanas de Salamanca

Están en la roca ornamental que decora muchos portales y fachadas nobles de Salamanaca, pero pocos lo advierten | Los fósiles de los seres que habitaron los mares antiguos son los protagonistas de una interesante paleo ruta elaborada por investigadores de la facultad de ciencias

Roberto Zamarbide

Domingo, 25 de septiembre 2022

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Resulta que los fósiles no son sólo piezas de museo. Las huellas de los animales y las plantas que poblaron el área que hoy ocupa la actual península Ibérica cuando aún no había emergido de los mares nos acompañan en el día a día. Y no hay que irse al campo a desenterrar nada. Ellos mismos vinieron a las ciudades, fusionados con la roca que hoy decora el portal de nuestra casa, ese comercio del centro y las paredes de aquella sede institucional. Vivieron hace 30, 50, 100 millones de años y hoy, de alguna manera, siguen estando aquí, aunque casi nadie repara en esta maravilla.

Un buen día del confinamiento de 2020, un investigador de la Universidad de Salamanca que caminaba con su preceptiva mascarilla camino del súper reparó en unas curiosas formas de aquella fachada del edificio que le resultaban familiares. “Como geólogos, nos gusta mucho ir al campo, pero como durante tres meses fue imposible, digamos que nuestra vista se agudizó”, señala Montserrat Alonso, profesora del Departamento de Geología y Paleontología de la Universidad de Salamanca y coordinadora del proyecto. El investigador sacó el móvil del bolsillo y mandó unas cuantas fotos al resto de miembros del grupo de Geociencias Oceánicas de la Universidad de Salamanca. Dos años después, se presentaba la Paleo Ruta Salamanca, proyecto de innovación docente y también un curiosísimo recorrido que une más de 30 puntos de la ciudad donde se han detectado restos fósiles.

El plan de trabajo parecía sencillo. Dos investigadores predoctorales, Javíer Pérez Tarruella -responsable del primer hallazgo- y Thibauld Maxime Béjard, se ocuparon del trabajo de campo apoyados en las sugerencias del resto de investigadores. Todos eran buenos conocedores de las rocas ornamentales fosilíferas y de hecho sabían de la existencia de muchas de ellas en varios lugares de Salamanca.

Cada localización se registró con exactitud, con imágenes y una descripción precisa de los fósiles. “El trabajo de campo nos ocupó aproximadamente dos meses y lo llevamos a cabo de manera discontinua. Como era un proyecto no financiado, hubo que buscar huecos entre el tiempo que dedicamos a la investigación”, aclara Thibauld Maxime Béjard. Junto con el inventario, el equipo fue poco a poco desarrollando los recursos digitales que hoy integran la Paleo Ruta en la página web.

Fue entonces el momento de poner en contexto los distintos fósiles que se iban encontrando y explicar su origen. También se trazó el viaje de pocos kilómetros pero muchos millones de años que les llevó a cada uno a la capital charra. Para ello, el grupo de investigación logró averiguar el nombre comercial de cada una de las rocas ornamentales que albergaban fósiles y la ubicación de sus canteras. Los investigadores consultaron los catálogos de las empresas que comercializan las rocas y los estudios geológicos realizados en cada una de las zonas. “En algunos casos no pudimos concretar su procedencia, pero, por suerte, los “fósiles guía” que surgieron y se extinguieron en momentos conocidos nos han permitido determinar la edad de las rocas.

La Paleo Ruta, o Ruta Urbana de Fósiles de Salamanca, ofrece una propuesta de paseo por la ciudad uniendo los puntos donde se conservan fósiles y que fueron registrados en la investigación. El punto de partida elegido es la sede de Correos, en la Gran Vía, y la meta -no es casualidad- es la Facultad de Ciencias. Ambos puntos, inicio y fin, reúnen numerosos ejemplos de restos fósiles camuflados entre los dibujos de la roca ornamental, ‘invisibles’ para casi todos los miles de ciudadanos que cada pasean entre sus paredes.

La mayoría de las pulidas rocas ornamentales que han sido objeto de estudio proceden de canteras de la geografía española, que comercializan este elemento constructivo con destino a paredes nobles de centros administrativos, fachadas o portales. La roca ornamental analizada en la sede de Correos, por ejemplo, se conoce como Gris Deba o Rosa Duquesa y procede de los alrededores de la localidad guipuzcoana de Deba. Su origen se remonta a los mares del Cretácico, hace aproximadamente 100 millones de años. Los sedimentos marinos que con el tiempo formarían las rocas muestran que aquellos mares eran cálidos y sus fondos formaban plataformas carbonatadas con frecuentes estructuras arrecifales. Aquellos sedimentos marinos emergerían por acción de la orogenia Alpina que, al plegarse, fracturó los sedimentos de las cuencas Jurásicas y cretácicas de la Península Ibérica como resultado de la colisión entre las placas africana y euroepa.

La web https://oceano.usal.es/paleo-ruta/explica con detalle la amplia tipología de seres vivos que dejaron su huella en aquellos sedimentos que se convertirían en roca y explica con detalladas fotografías sus formas, colores y dimensiones, con una finalidad eminentemente divulgativa. El punto de salida de Correos exhibe al visitante avispado, por ejemplo, varios fósiles de moluscos bivalvos de tipo rudista, un grupo de bivalvos muy modificados que vivieron entre el Jurásico Superior y el Cretácico Superior. Estos organismos, según cuentan los investigadores, formarían con el tiempo construcciones en arrecife junto a corales, ostreidos -bivalvos del grupo de las ostras- y otros organismos.

El camino de los fósiles salmantinos prosigue por la calle Toro 46, donde hay mas ejemplos de rudistas, y se dirige a una fachada en el número 16-18 de la calle Concejo. Allí pueden verse restos de erizos de mar, moluscos bivalvos y gasterópodos, entre otros fósiles.

Las muestras de fósiles son abundantes en la capital y continúan por calles como calle Prado e Iscar Peyra, plaza de la Fuente, avenida de Villamayor y barrio del Oeste para volver por la avenida de Filiberto Villalobos y bajar por la calle Espejo hasta cruzar la vaguada de la Palma y subir hasta la Facultad de Ciencias.

Junto a este trazado ciertamente arbitrario pero dirigido al turismo, los investigadores señalan en el mapa interactivo incluido en su web la existencia de fósiles en otros lugares al margen del camino, como el Centro de Arte Da2, cuyos suelos de calizas del Páramo permiten ver ejemplos de gasteropodos lacustres. El estudio llegó incluso a cruzar el río para localizar en la Via Helmántica al pie del barrio de El Tormes, junto a San José, ejemplos de icnofósiles, nombre que reciben las huellas que dejaron por el interior de los sedimentos; en este caso, los erizos marinos.

“Elaborar esta ruta en Salamanca ha sido todo un reto -destaca Montserrat Alonso- ya que en la región se emplean múcho más las rocas ígneas, que carecen de fósiles, en especial el granito. Por suerte, hace unas décadas estaba más de moda usar rocas ornamentales con fósiles y hay bastantes edificios que conservan en sus portales estas rocas”. La mayor parte de estas rocas que integran la Paleo Ruta procede de canteras de Andalucía, Pais Vasco, Cataluña, Murcia y la Comunidad Valenciana, con la excepcion de una roca procedente de Alemania.

Casi tres meses después de la divulgación de esta iniciativa, sus creadores, los investigadores del Grupo de Geociencias Oceánicas de la Universidad, no disimulan su satisfacción por el éxito de la iniciativa. “El interés que ha despertado supera con creces las expectativas que teníamos. Hemos recibido muchas recomendaciones y opiniones positivas, tanto académicas como a nivel social”.

Los autores de la Paleo Ruta subrayan que el mapa es interactivo y está en constante evolución. Por ello, recomiendan a los ciudadanos interesados en la geología a que se fijen con atención en el portal de sus casas: allí pueden estar camuflados más fósiles que enriquecerán la ruta urbana.

De esta manera, Salamanca se ha sumado a ciudades como Madrid , Barcelona, Huelva, Granada, Valencia o Bilbao que ya cuentan con rutas paleóntológicas. “El objetivo principal de esta ruta -apunta Alonso- era que cualquier persona pueda disfrutar de un nuevo enfoque de la ciudad de Salamanca como de la paleontología, ya sea una persona aficionada la paleontología o sin conocimientos previos”.

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