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La tala de los árboles de la plaza del Oeste comenzó este lunes a primera hora entre el enojo de los vecinos y la intervención de los agentes de la Policía Local, que fueron reclamados por los operarios de la empresa de Parques y Jardines al sentirse hostigados por los viandantes que les increparon desde que iniciaron las tareas.
Los agentes acudieron a primera hora, cuando algunos reprendieron a los trabajadores y entraron en la zona acordonada, y después a mediodía, cuando se decidió que la presencia de dos agentes sería constante hasta el final de la jornada y durante todo el día de hoy para garantizar la ejecución de los trabajos. Fuentes del Ayuntamiento insisten en que la tala se ejecuta por motivos de seguridad, después de que en julio se cayera la rama de un árbol que se taló tras constatar su mal estado.
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Este martes varios manifestantes se reunieron para impedir a los operarios continuar con la tala, obligando a intervenir a la Policía Nacional, que terminó por detener a uno de los presentes.
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El incidente se repitió el pasado jueves, cuando se precipitó la rama de otro ejemplar de la plaza y el Ayuntamiento ya tenía un informe técnico que aconsejaba la retirada de 12 ejemplares de la plazuela y de dos calles de la zona. Por motivos de seguridad, según fuentes municipales, se decidió cortar los árboles y no esperar a un estudio técnico que preparaban los vecinos para valorar soluciones alternativas a la tala.
Inmaculada Cid, presidenta de la asociación de vecinos del barrio del Oeste (Zoes), ha señalado que la agrupación solicitará una reunión con el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, para debatir este asunto, sin hacer más declaraciones hasta que se reúnan los representantes de la agrupación. La Plataforma por el Clima, en la que está integrada Zoes, ha hecho un llamamiento a la movilización de los vecinos al considerar que existen fórmulas alternativas a la tala.
El viernes pasado, además de cortar el árbol al que se le cayó una rama, también se retiró otro ejemplar de la calle Nieto Bonal que, según fuentes municipales, ya estaba previsto ante su importante nivel de inclinación sobre la calzada. Así, se van a eliminar todos los árboles de la plaza del Oeste y de las calles Granero y Asturias.
«Los ejemplares se van a restituir lo antes posible y se añadirá uno más», han subrayado fuentes municipales. No se plantarán pyrus calleryana como los actuales, sino de otra especie que se acuerde con los residentes, «apropiados para la zona y de bajo índice alérgico». A mayores, se sembrarán otros 20 árboles más en las calles del barrio Melchor Cano, Joaquín Costa y Profesor Sáez dentro del proyecto de accesibilidad escolar que ha comenzado este lunes por la calle Melchor Cano.
Indignación, frustración y pena en la plaza del Oeste con el inicio de la tala de los árboles. «Esto es lo último, había pasos intermedios», han denunciado este lunes los vecinos mientras presenciaban su retirada. «¡Vaya una faena, qué pena!», exclamaron mientras hacían fotos de los restos de los primeros ejemplares que se estaban talando. «Con lo bonita que está la plaza, ¿que van a hacer?», se preguntaban otros. Muchos se mostraban seguros de que había soluciones alternativas al corte radical. «Si hubieran aligerado los árboles por arriba no estaríamos así, porque están altísimos», ha afirmado Amador García, que durante décadas ha trabajado en la empresa de Parques y Jardines de Salamanca. «Estaban en buenas condiciones, pero si no podan bien cortando correctamente las bajeras, pasa esto», ha lamentado el profesional.
Según el informe técnico del Consistorio sobre los ejemplares que se van a talar, tras el análisis del arbolado se encontraron defectos estructurales «destacando la presencia de corteza incluida en todos los ejemplares» en proporción muy elevada, heridas por fallo de ramas e historial con caída de árboles con idéntico diagnóstico. También se ha hallado «espirilización» de raíces que dificulta su afianzamiento e inclinaciones «graves» del eje principal.
Según los técnicos, el debilitamiento de gran parte del arbolado provocado por la corteza incluida (cuando son tan cerradas que queda corteza comprimida entre las dos ramas o troncos y dan lugar una unión débil) genera un riesgo «alto» de fallo y caídas «inminentes». Se suma al riesgo añadido de que los ejemplares están cerca de edificios, viales, áreas de hostelería y zonas de paseo. En cuanto al informe que los vecinos tenían previsto entregar, han lamentado que no les había dado tiempo a su elaboración.
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