«Las personas son quienes marcan la diferencia en las empresas»
«Nuestro Programa de Desarrollo Profesional impulsa el talento, refuerza el compromiso y convierte el aprendizaje en resultados para la empresa»
Lunes, 15 de septiembre 2025, 07:48
Para conocer las características del Programa de Desarrollo Profesional, entrevistamos al director del mismo y también Catedrático de la Universidad de Salamanca, Julio Pindado.
¿En qué consiste el Programa de Desarrollo Profesional?
—El Programa de Desarrollo Profesional es una iniciativa diseñada para dotar a los empleados y propietarios de herramientas que les permitan potenciar al máximo sus capacidades y reforzar su compromiso con la empresa. Con este programa buscamos apoyar a las organizaciones a crecer desde dentro, desarrollando a las personas, que son el motor de cualquier negocio. Al mismo tiempo, los participantes aprenden a aplicar las herramientas clave para impulsar resultados y a extraer lo mejor de aquellos profesionales que marcan la diferencia en la competitividad de la compañía. Pero el alcance va más allá: el programa también brinda apoyo a quienes desean implicarse en el desarrollo del negocio, fortaleciendo sus competencias estratégicas, aumentando su motivación y preparándolos para asumir mayores responsabilidades. Por esta razón, se convierte en una herramienta esencial no solo para retener y atraer talento, sino también para vincularlo emocionalmente con la organización. En definitiva, este programa es una palanca para resolver problemas, impulsando la productividad, estimulando la innovación y generando un hábito de aprendizaje continuo.
¿A quién va dirigido este Programa de Desarrollo Profesional?
—El Programa de Desarrollo Profesional está concebido para ser aplicado en cualquier empresa, sin importar su tamaño o sector de actividad. En organizaciones grandes pueden participar varios mandos medios o directivos; mientras que en empresas más pequeñas está orientado a la persona que lidera el negocio, que muchas veces coincide con el propietario. En todos los casos, el proceso comienza con un análisis individualizado de cada persona. Nuestro equipo realiza entrevistas para identificar objetivos concretos y relevantes, siempre en relación con las necesidades reales de la empresa. De esta forma, conseguimos alinear las aspiraciones de los profesionales con las metas corporativas, asegurando que lo aprendido se convierta en resultados tangibles para el negocio. Gracias a este enfoque personalizado, el programa resulta igual de válido tanto para directivos como para mandos intermedios, independientemente de que sean empleados o propietarios. Además, cada participante cuenta con el apoyo de un Maestro que le acompaña en la aplicación práctica de lo aprendido, garantizando que el desarrollo profesional se traduzca en un impacto directo en la empresa.
¿Qué acciones se contemplan dentro de este programa?
—Lo más importante es que se trata de un programa totalmente individualizado, adaptado a cada empresa y a cada persona que decide participar. Una vez definidos los objetivos concretos, diseñamos un plan de desarrollo profesional individualizado. Este plan suele incluir dos grandes acciones: por un lado, formación en programas de IME Business School que aportan los conocimientos necesarios; y por otro, la asignación de un Maestro, que proporciona un apoyo desde el conocimiento del sector de actividad de la empresa.
Has hablado de un Maestro, ¿Qué características debe cumplir?
—Llevamos más de diez años trabajando con esta figura clave en este programa, y la experiencia nos ha enseñado que lo primero es tener muy claros los objetivos de la empresa y del participante. A partir de ahí construimos el perfil del Maestro ideal: alguien con experiencia sólida en el mismo sector, preferiblemente en empresas de mayor tamaño y que ya haya afrontado con éxito retos similares a los del participante. Además, debe contar con la disponibilidad necesaria para acompañar de manera cercana y efectiva, siempre bajo un modelo exclusivo: un Maestro que sólo tendrá un alumno. Se trata de una colaboración profesional y remunerada, lo que garantiza compromiso y calidad en el acompañamiento. Gracias a estas condiciones, la relación suele mantenerse incluso después de los doce meses que dura el programa, generando un impacto duradero tanto en la persona como en la empresa.
¿Qué beneficios aportáis a las empresas que realizan este programa?
—Los beneficios son múltiples, pero si tuviera que destacar los más importantes diría que, en primer lugar, el programa contribuye directamente a mejorar los resultados de la empresa, porque potencia el desarrollo de las personas y refuerza su compromiso con la organización. Además, permite reducir la necesidad de recurrir a contrataciones externas, ya que forma líderes dentro de la propia compañía, capaces de asumir mayores responsabilidades con rapidez y eficacia. Otro aspecto fundamental es que acelera la adaptación de los profesionales a nuevos retos, lo que incrementa la productividad y la calidad del trabajo. Y no menos relevante, mejora el clima laboral y reduce la rotación, generando un entorno de confianza y motivación. En definitiva, el programa fortalece la cultura organizacional, consolidando un modelo basado en el aprendizaje continuo y la innovación, que es lo que asegura la sostenibilidad del éxito empresarial en el tiempo.
Para terminar, un mensaje breve...
—Cada vez son más las empresas que entienden que la verdadera diferencia frente a sus competidores la marcan las personas. Nuestro Programa de Desarrollo Profesional es, por tanto, una herramienta estratégica para impulsar talento y resultados. Desde IME Business School ofrecemos, sin coste ni compromiso, un diagnóstico inicial que permita a cada empresa valorar la contribución que este programa les va a proporcionar.