Borrar
Una de las 26 tablas del antiguo retablo de la Catedral de Ciudad Rodrigo realizado por Fernando Gallego (1480-1488) y que actualmente se exhiben en la Universidad de Tucson (Arizona, USA).

Patrimonio salmantino en el exilio

El caso de las pinturas de Sijena no es único. Muchas son las provincias que desde hace años reclaman piezas de arte que un día salieron de sus límites geográficos. Salamanca es una de ellas, que en la actualidad cuenta con obras artísticas y culturales repartidas por España y por varios países

Domingo, 8 de junio 2025, 06:30

La polémica suscitada en los últimos días sobre las pinturas del monasterio oscense de Sijena, que desde 1940 se exhiben en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, pese a las constantes reclamaciones del Gobierno de Aragón, ha vuelto a reabrir el debate sobre el lugar en el que han de ubicarse aquellas piezas representativas del patrimonio cultural y artístico que un día salieron de su lugar de origen y hoy se muestran en un emplazamiento diferente para el que fueron concebidas, en muchos casos viajando a otros países.

Castilla yLeón es un buen ejemplo de este exilio artístico. Y una de las provincias con mayor número de piezas que un día salieron de su lugar de origen es Salamanca. Decenas de obras de arte cuelgan de las paredes de museos, se exhiben en grandes salas o dan forma a edificios y museos de España y también del extranjero. Entre ellas figuran el Calvario de Juan de Juni, las pinturas de Fernando Gallego, un sepulcro en alabastro de la familia Maldonado, una portada gótica de la desaparecida iglesia de San Adrián, el sepulcro de Juan de Vargas, el claustro de Palamós o diferentes tallas y pinturas de iglesias de la provincia. En algunos de los casos, las entidades afectadas han solicitado su regreso, aunque en otros resulta más que complicado ya que en su día fueron vendidas y su compra resultó «legítima».

Uno de los casos más polémicos, tanto por su apego al lugar como por las formas de su salida, fue el Calvario, de Juan de Juni, una obra maestra del siglo XVI concebida para Ciudad Rodrigo y que el Ministerio de Cultura compró a sus propietarios en 1998 por 77 millones de pesetas (462.770 euros) para la colección del Museo Nacional de Escultura, con sede en Valladolid. La obra salió con engaño: para ser restaurada y ya no regresó, con la salvedad de 2006, que fue expuesta de nuevo en Ciudad Rodrigo con motivo de Las Edades del Hombre. Toda la ciudad se movilizó para que regresara, sin éxito: el conjunto escultórico sigue en Valladolid.

También gran revuelo mediático y enfrentamientos políticos, e incluso entre expertos, causó el hallazgo en la finca privada de Mas del Vent, en la localidad gerundense de Palamós, de un claustro románico instalado en este lugar desde hace 57 años, ya que anteriormente estuvo en Madrid. Expertos en patrimonio, entre ellos los profesores e historiadores Jesús García Maldonado y Gerardo Boto, sostienen que buena parte de las piezas que conforman ese claustro provienen de los antiguos patios de la Catedral Vieja o del Colegio de la Vega, ambos del siglo XII. La Generalidad de Cataluña se escuda en que dicho claustro es una recreación hecha en el siglo XX.

Imagen principal - Patrimonio salmantino en el exilio
Imagen secundaria 1 - Patrimonio salmantino en el exilio
Imagen secundaria 2 - Patrimonio salmantino en el exilio

De nuevo volvemos a Ciudad Rodrigo y al extraordinario retablo que el pintor Fernando Gallego realizó para el altar mayor de la Catedral mirobrigense entre los años 1480 y 1488. Poco cuidado y casi en estado de ruina, tal y como reconocía en 1819 el propio Cabildo catedralicio, las piezas «se hallan en el Claustro, echándose a perder cada día». Las penurias de la Diócesis civitatense, que en 1874 se ve obligada a pedir limosna, llevan a su venta en 1877 por 30.000 reales en Bonos del Tesoro. En 1879, los 26 paneles supervivientes viajan a Madrid y en 1882 se van con destino a Londres tras ser adquiridos por 1.130 libras por Sir Francis Cook, de Richmond. En 1954, las tablas son compradas por la Fundación Samuel H. Krees, que después de restaurarlos y exhibirlos son donados en 1957 a la Universidad de Tucson (Arizona), donde se exhiben actualmente.

Otro caso también significativo y un tanto rocambolesco es la llegada de la portada gótica de la desaparecida iglesia de San Adrián (siglo XII), de Salamanca capital, hasta tierras catalanas, en concreto hasta Sitges (Barcelona), donde forma parte de la fachada de acceso al Palacio Maricel, un edificio que el millonario norteamericano Charles Deering compró en 1910 para reunir una gran colección de arte de toda España. Dicha portada formó parte de la iglesia románica de San Adrián, aunque posteriormente, tras ser desmontado el templo, se ubicó en el antiguo Hospital General de la Santísima Trinidad, hasta que en 1914 es adquirida por Deering y llevada a Sitges para su instalación en el Palacio Maricel.

De esta misma iglesia es el sepulcro en alabastro del siglo XVI de la familia Maldonado que hoy en día puede contemplarse en la Capilla Española del Museo de Isabella Stewart Gardner, de Boston (Estados Unidos) y que fue vendido en 1906 por 10.000 pesetas de la época.

A estos casos habría que sumar, tal y como recoge el escritor Gonzalo Santonja en el libro «Castilla yLeón. Lo que se llevaron de esta tierra», el sepulcro de Juan de Vargas de 1525, que salió de Alba de Tormes y se exhibe actualmente en el Museo Marés, de Barcelona, lugar en el que también se muestra la talla de la Virgen de la Asunción que un día estuvo en la parroquia de Gajates. También en el Museo de Arte de Toledo, en Ohio (Estados Unidos) puede contemplarse la «Epifanía» de Fernando Gallego tras salir de Villaflores. Igual que en tierras mexicanas se puede admirar «San Pedro», también de Fernando Gallego, que en otro tiempo se puedo contemplar en Cantalpino.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Patrimonio salmantino en el exilio

Patrimonio salmantino en el exilio