«Aun con parálisis, también podemos»

Hace cuatro años, Paula Vega, un poco nerviosa, confesaba a las puertas de la Facultad de Ciencias de Salamanca que el examen de Lengua y Literatura le había resultado más fácil de lo que esperaba. Era una alumna más de Bachillerato que se presentaba a la EBAU. Contaba en LAGACETA que en la prueba de acceso a la universidad disponía de media hora más que el resto de compañeros. «Escribo más lento», explicaba desde su silla de ruedas. Esta joven salmantina nació a los seis meses de gestación con una parálisis cerebral que le afecta al sistema motor de los miembros inferiores y a la motricidad fina de los superiores, y le obliga a desplazarse en silla de ruedas.

Su objetivo en 2021 era estudiar Logopedia y después, si aún le quedaban ganas, seguir con Psicología. Y hace tan solo unos días posaba en el patio barroco de la Universidad Pontificia de Salamanca junto a sus compañeros de promoción. Celebraba su graduación en el primero de estos títulos y ya ha cursado la prematrícula para iniciar su segunda carrera el próximo curso. «Aunque estemos en una silla de rueda, aunque tengamos parálisis cerebral, también podemos», remarca orgullosa de haber logrado una de sus metas y animando a otras personas con discapacidad a no darse por vencidos y luchar por lograr sus metas.

Su paso por la facultad no ha sido fácil. Paula se ha sentido integrada en las aulas, aunque, según apunta, aún falta dar pasos para lograr la plena inclusión. Aunque la relación con sus compañeros es buena, no ha vivido la vida universitaria como otros estudiantes. «Apenas he salido de fiesta, como hacen ellos», confiesa convencida también de que en estos años ha conseguido convencer a muchas personas de su entorno de que, pese a su discapacidad, es capaz. «Aunque tengamos una parálisis cerebral o estemos en una silla de ruedas, también podemos»: es la idea en la que insiste esta salmantina de 23 años.

Pero estos últimos cuatro años no solo los ha dedicado a estudiar. Le han dado para mucho. Paula ha estado incluso a un pequeño paso de brillar en la gran pantalla. Fue finalista en el casting de la película 'Campeonex'. Todo apuntaba a que iba a convertirse en protagonista del largometraje dirigido por Javier Fesser, con quien estuvo en los estudios de grabación. Pero, en el último momento, se optó por que el personaje principal fuese un chico, explica su madre, Eva, orgullosa de los logros que, no sin dificultad, ha conseguido su hija. «Lo suyo no es una carrera de fondo. Es una carrera de obstáculos y cada día se encuentra con uno nuevo que saltar», apunta.

Vietnam, Camboya, Tailandia, Marruecos y Estados Unidos son algunos de los destinos que Paula ha conocido en los últimos años con sus padres. El desierto, el templo de Angkor Wat o los de Hoi An no son precisamente lugares muy accesibles para una persona en silla de ruedas, pero a todos ellos ha conseguido llegar con ayuda de su familia. Egipto, sin embargo, se le resiste, los barcos que surcan el Nilo plantean barreras difíciles de salvar.

Pese a que previsiblemente este mes de junio concluirá la carrera y a que ha realizado prácticas en el Centro Estatal de Referencia de Alzheimer y en una clínica privada, Paula reconoce que todavía no se ve lista para comenzar a ejercer su profesión. Por ello, está decidida a cursar Psicología. En unos años, sueña con montar su propia clínica, posiblemente especializada en personas mayores.

«Yo como persona con parálisis cerebral y logopeda puedo aportar una visión distinta a los casos de personas que han pasado por situaciones que yo misma he vivido», asegura. Paula cree que como persona con discapacidad puede conseguir una mejor conexión y empatía con niños con discapacidad o pacientes de ictus que tengan que acudir al logopeda para superar sus problemas de habla.

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