Ola de 'catarros' en verano: «No es por coger frío, sino por la sequedad ambiental»
Los médicos explican que la falta de humedad paraliza los cilios respiratorios y esto fomenta las infecciones
Al mismo tiempo que la Junta de Castilla y León ha tenido que activar varias alertas por temperaturas extremadamente altas en toda la Comunidad, los centros de salud de Salamanca reciben una oleada de los mal llamados 'resfriados': infecciones respiratorias asociadas, generalmente, a los meses de frío.
«Actualmente hay dos consultas muy frecuentes en las consultas: las de personas con problemas gastrointestinales y los que vienen con viriasis respiratorias, que suelen llamar resfriados, aunque no sea por el frío», apunta el doctor Lucas Fernández del Campo.
Desde hace tiempo se han dejado de realizar test de antígenos cuando un paciente llega con síntomas compatibles de covid porque, a efectos de tratamiento, no tiene ninguna utilidad saber si es una gripe, un adenovirus o un coronavirus. «Solo se están haciendo pruebas en el Hospital, en aquellos casos en los que un paciente pueda llegar muy perjudicado y puede servir para algo conocer si lo que tiene es coronavirus u otro tipo de virus respiratorio», puntualizan los médicos.
En cualquier caso, los especialistas recuerdan que «no es correcto llamarlo resfriado porque no se debe tanto al frío, sino a la sequedad ambiental». «El aire acondicionado, por ejemplo, produce sequedad porque deshumidifica el ambiente», apuntan.
La consecuencia de un ambiente seco es que «paraliza los cilios respiratorios». Fernández del Campo explica que «las vías respiratorias están recubiertas de una especie de cepillo -desde la nariz hasta los bronquios- cuya función es 'barrer' hacia fuera el exceso de moco». Cuando la sequedad paraliza los cilios, el moco se acumula en las vías respiratorias, se estanca y facilita las infecciones.
«El tabaco es tan nocivo para los cilios respiratorios, entre otras muchas cosas, porque los decapita», explican como causa de que el consumo de tabaco esté ligado a un incremento de los problemas respiratorios.
La abundancia de 'catarros' en pleno verano se sustenta, por un lado, en este afecto nocivo de los ambientes secos, pero también en el aumento del contacto social. Se socializa mucho más, se queda con más gente, se viaja... La pandemia ya demostró que los desplazamientos de la población también ayudan a los virus a viajar.
En cualquier caso, la sintomatología de estos catarros es leve. «Picor de garganta, tos, cansancio y congestión» que solo pueden tratarse con reposo, hidratación y, a lo sumo, tratar los síntomas con los clásicos anticatarrales.
La Consejería de Sanidad publicará este martes, 8 de julio, el informe cuatrisemanal sobre la evolución en la Comunidad de las infecciones respiratorias, que el pasado mes de junio tenía unas cifras de incidencia muy bajas.