Nuevo hallazgo en el cerro de San Vicente: un pozo de nieve
Han excavado ya cuatro metros y seguirán excavando porque aún no han tocado fondo
Un nuevo «misterio» en la «cuna» de Salamanca para los arqueólogos y un hallazgo más de patrimonio histórico. A pocos metros del lugar donde se hallaron los restos de las trincheras napoleónicas, en la zona alta del Cerro de San Vicente más cercana al nuevo Hospital, se ha encontrado una construcción subterránea circular.
Todo apunta a que es un pozo de nieve, «un antiguo frigorífico de piedra como otros que han aparecido en otros lugares de la ciudad», ha explicado este jueves el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo. «La embocadura es muy grande. Hemos excavado aproximadamente hasta cuatro metros de profundidad y vamos a tener que seguir excavando porque no sabemos realmente cuál es la profundidad total de esta estructura», ha señalado el regidor. Es cierto, ha señalado, que no hay todavía certeza que su uso fuese el de acumular hielo, y se ha llegado a plantear que se trate, por ejemplo, de un horno de cal. «Pero ciertamente no tienen, por lo general, esta profundidad y además suelen estar muy próximos a lugares de abastecimiento de mineral. Por lo tanto, nos inclinamos más por el pozo de nieve, pero vamos a tener que seguir trabajando», ha indicado añadiendo que aún se está decidiendo si su recuperación se incluye en los trabajos que actualmente se están realizando en el Cerro o será objeto de un proyecto nuevo.
Los arqueólogos no descartan que las excavaciones muestren túneles o canalizaciones antiguas conectadas con esta estructura, como ocurre en el Pozo de la Nieve del paseo de Rector Esperabé. «Encontrar algún desagüe suele ser lo razonable, porque cuando la nieve se funde tiene que haber algún sistema de evacuación del líquido. Y, por eso, necesitamos llegar hasta abajo y analizar todos los elementos que conforman una construcción de estas características», ha explicado el arqueólogo municipal del Ayuntamiento, Carlos Macarro.
Al margen de este nuevo hallazgo, son cuatro los pozos de nieve que se están localizados en la capital del Tormes: en el convento de San Andrés, La Clerecía, San Esteban y la antigua fábrica de Mirat. El que se ha encontrado en San Vicente aún no está datado, aunque Macarro apunta que este tipo de estructuras suelen ser de «la época moderna».
Pero no son los únicos restos que se han encontrado recientemente en el Cerro. Como consecuencia de las obras que se están realizando junto a la Cerca Medieval para abrir una puerta en la Muralla como la que existió en el pasado, se desenterraron, junto al colegio mayor Hernán Cortés, restos de los cimientos del testero de la capilla mayor de la iglesia del convento de San Vicente y de parte de las capillas laterales, que corresponderían a la fase final del monasterio, entre los siglos XVII y XVIII. «La cabecera fue de lo último que se construyó», ha apuntado Macarro.
«Todo hallazgo y en un lugar tan rico como es este es bienvenido, pero lógicamente eso ha supuesto tener que modificar el proyecto original de manera que desde la nueva escalera de acceso que se está construyendo se va a tener visibilidad sobre los nuevos restos encontrados», ha señalado Carbayo, que ha visitado la zona acompañado del concejal de Patrimonio, Fernando Carabias.
Actualmente, además de las obras de apertura del nuevo acceso al Cerro desde el paseo de San Vicente, el Ayuntamiento está ejecutando un proyecto de 1.011.930 euros para acondicionar la plataforma superior de esta colina en la que se encuentra los restos de las cabañas de la primera Edad de Hierro, del poblado protohistórico que dio origen a la ciudad. En esta intervención se incluyen los trabajos arqueológicos para desenterrar nuevas cabañas encontradas hace años pero que fueron tapadas para protegerlas hasta que se pudiese construir una infraestructura que permitiese su exhibición sin riesgo de sufrir daños por su exposición a los diferentes elementos meteorológicos que pueden resultar perjudiciales.
La previsión es que todas estas actuaciones estén terminadas, ha matizado el alcalde, en torno a la primavera, «más tirando hacia junio que al comienzo».
