La multa por entrar al gran árbol, menos que por orinar en el monumento

Ya se conoce la propuesta de sanción para el primer joven que entró en el vallado del árbol navideño de la Plaza Mayor para intentar trepar por él.

Fue solo un día después de su montaje y durante la misma madrugada del día del encendido cuando el chico de 19 años saltó al perímetro del gran adorno «como diversión», según recogió la Policía Local.

Si bien es cierto que la infracción podría suponer una multa de hasta 750 euros, finalmente se ha informado al interesado que será de 300 euros, más baja «en ausencia de situaciones de reincidencia y otros agravantes o atenuantes detectados durante la tramitación del expediente sancionador.

Como dicta la ley, el joven ha tenido un plazo de 15 días para presentar alegaciones a la sanción. De lo contrario se le aplicará una reducción del 50% de la multa, es decir, 150 euros.

Al final abonará menos que una persona que orine en la calle, después de que en junio del año pasado las multas se incrementaran a un mínimo de 500 euros, tanto en el centro de la ciudad como en los barrios.

Aunque en el caso de la Plaza Mayor este acto vandálico supone una sanción de hasta 1.500 euros, una de las últimas multas impuestas a un joven se quedó en 500 euros al orinar contra uno de los portales de acceso a las viviendas del monumento, no contra un elementos patrimonial.

La cuantía ya impuesta al primer joven que saltó al árbol de la Plaza dista mucho de la sanción a la que se enfrenta uno de los dos chicos que entraron al vallado de adornos de la plaza de Los Leones, rompiendo uno de ellos.

A fala de la resolución, el chico afronta una multa de hasta 3.000 euros y el abono del adorno estropeado, que suma otros 703 euros más. Su acompañante puede asumir una sanción de hasta 750 euros aunque, como ha ocurrido en el caso del primer «asaltante», la cuantía finalmente puede ser menor.

750 euros también fue la multa a la que se enfrentó un menor por realizar una «pintada de amor» en un puente de la avenida Gonzalo Torrente Ballester, con nocturnidad y alevosía. Por poner el nombre de la chica que le gusta los agentes de la Policía Local le abrieron un expediente con una cuantiosa multa.

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