30 miradas alrededor de la mujer en una muestra monumental

Si la Casa de las Conchas siempre merece una visita, con más razón es oportuno visitarla estos días con ocasión de la exposición que alberga: El sentimiento femenino en la obra de Agustín Casillas. Treinta esculturas del gran artista salmantino, fallecido en 2016, ofrecen una visión rica y diversa de su mirada a la figura de la mujer. La muestra, inaugurada el pasado lunes, permanecerá abierta hasta el domingo 29 de junio.

Seleccionar las obras para la exposición ha sido un trabajo arduo, del que se han encargado en los últimos meses sus hijos Lydia y Antonio. «De las 250 esculturas que hemos contabilizado en su estudio, unas 90 representaban la figura femenina», apunta Antonio. «Tras sucesivas selecciones para ajustar el número de obras al espacio disponible, las 30 que se exponen ofrecen una amplia variedad de inspiraciones».

En la exposición están presentes Átropos, la parca que cortaba el hilo de la vida; mujeres vinculadas a la literatura como Santa Teresa o la propia Celestina; numerosas imágenes de la maternidad y una destacada representación de mujeres de la tierra de Salamanca, una nueva prueba del fuerte vínculo de Casillas con su tierra natal y de la honda inspiración que esta le aportó a su obra.

Considerado el escultor con más obras en espacios públicos de la capital, desde 1980 no se exponían trabajos de Casillas con temática femenina en Salamanca. Fue entonces en la desaparecida Galería Varron del pasaje de Azafranal. Desde esa fecha, el artista creó muchas piezas dedicadas a la figura de la mujer, de las que ahora puede verse una selecta representación en la Casa de las Conchas.

Entre los materiales utilizados por el artista charro y representados en esta muestra destaca el hormigón, tras procesos de pulido, patinado y, en algunos casos, policromado, como en la figura de la Virgen de la Soledad, que recibió el Premio Nacional de Escultura. Junto al hormigón, la exposición presenta también obras en otros materiales como terracota (barro cocido) y bronce. Casillas trabajó además tallas en madera y alabastro.

La exposición, organizada por la Junta de Castilla y León, refleja la importancia que tuvo la figura femenina a lo largo de la vida del escultor salmantino. La muerte de su padre lo obligó a velar por su familia desde muy joven, y su madre, Andrea, se convirtió para él en un referente fundamental: modelo de mujer trabajadora y luchadora que debió abrirse camino para sacar adelante a los suyos. Partiendo de una sólida formación academicista, los intereses artísticos de Casillas se vieron influenciados por su mentor, el escultor Inocencio Soriano Montagut.

Los hijos de Agustín Casillas y herederos de su obra —el artista fue distinguido con la Medalla de Oro de la Ciudad— reclaman contar con un museo «que dignifique su extraordinario legado. No cejaremos en el empeño».