Mike González: «En los cuatro años de Trump, no hubo ningún problema mundial. Putin no invadió ni un centímetro»

Dicen que es el «gurú» de VOX, pero él lo desmiente. «Conozco a Abascal y también tengo buena relación con Aznar», aclara sin más. Mike González se encontraba en Salamanca, ciudad que le ha impresionado y donde tiene a su hijo para aprender español, cuando Biden anunció en X que no será candidato en las elecciones, un terremoto político que ha azotado no solo América, sino todo el mundo. Trabajó durante años en el Wall Street Journal. De padres españoles, se declara «conservador». Aunque es prudente a la hora de pronunciarse sobre quién ganará las elecciones, está claro que es muy partidario de las políticas de Trump.

El domingo renunció Biden o lo hicieron renunciar a ser el candidato demócrata. Sin embargo, sigue siendo presidente de los Estados Unidos. ¿No es una anomalía que no pueda ser candidato y sí presidente?

—Lo hicieron renunciar. Ya ocurrió en 1968, con el presidente Lyndon B. Johnson, pero, en su caso, no fue por razones de salud. Era una época diferente, cuando los partidos escogían el candidato. Ahora se elige por primarias.

Pero a Biden lo que le impide ser candidato son problemas graves de salud, que también le deberían impedir ser presidente hasta 2025.

—Efectivamente. A Johnson lo trituraron no porque tuviera disminuida su capacidad cognitiva. La guerra de Vietnam era muy impopular. Estaba costando mucho al país, mucho dinero y muchas vidas. Lo que ocurre es que no han dicho que Biden no se presenta por motivos de salud. Han dicho que no será el candidato porque todas las encuestas dicen que va a perder. El debate fue la clave definitiva. Se vio a un Biden que no estaba en sus plenas facultades mentales.

Pero ese deterioro se veía desde hace tiempo ya.

—Sí, pero la Casa Blanca lo ha escondido. Lo desmentían. No podía terminar sus pensamientos; lo que se llama en inglés 'train of thought', el tren de pensamiento. Estaba diciendo una cosa y saltaba a otra sin terminar la idea y cambiaba de sujeto. Es un tema muy serio y que hace que le dé a todo el mundo pena.

Trump era el favorito de las encuestas y, a partir del atentado, se convirtió en imbatible. ¿Cómo puede influir la renuncia de Biden por motivos de salud en las elecciones?

—El atentado no ha sido malo para la candidatura de Trump, aunque casi perdió la vida. Fue algo milagroso. Ahora es una leyenda, pero nadie sabe cómo pueden afectar ambas cosas.

¿La enfermedad de Biden puede favorecer al candidato o candidata demócrata?

—La simpatía se tiene con Biden. No con la mujer de Biden y no con la familia de Biden, ni con la candidata o candidato, ni con la Casa Blanca. La Casa Blanca es vista como la que ha escondido la realidad porque todo el mundo veía que tenía una pérdida cognitiva importante. Y la familia lo ocultó, lo protegió, aunque, en realidad, no lo estaba protegiendo, porque verdaderamente le hicieron perder dignidad. Fue un abuso, un abuso de una persona mayor. Así es como se ha visto en Estados Unidos: la esposa de Biden ha sido abusiva. Por tanto, la simpatía será limitada al presidente.

¿Y quién va a ser el sustituto? ¿Va a ser la vicepresidenta?

—Él ya ha respaldado a la vicepresidenta Kamala Harris. Pero ha ocurrido una cosa muy extraña: la renuncia la anuncia por X y no está firmada de la mano del presidente. Ahora dice que nos va a hablar esta semana…

¿Pero puede ser la vicepresidenta la candidata Demócrata?

—Todo parece indicar que sí. Él ha apostado y es una apuesta importante; una apuesta con la que ha arriesgado.

Obama no se ha pronunciado sobre la apuesta de Biden.

—Sí. Él ha sido de los que tiran la piedra y esconde la mano.

De hecho, su mujer Michelle aparece como una posible candidata también.

—Eso se dice desde hace mucho tiempo, pero yo no lo creo. Todo el mundo está detrás de la vicepresidenta. La mayoría de los demócratas están arropándola y yo creo que Obama está detrás de ella también. Él y tres importantes hombres de su Gobierno han estado presionando para que se fuera Biden.

¿Y qué posibilidades tiene ahora el partido Demócrata con la salida de Biden?

—Es incierto. Falta mucho hasta las elecciones en noviembre.

Trump ya ha ninguneado públicamente a la posible candidata Kamala Harris.

—Es que tiene peores sondeos que él.

¿Por qué perdió Trump las anteriores elecciones?

—Hubo cosas raras y luego la pandemia del coronavirus, que, en todos los medios, le echaron la culpa a Trump.

¿No fue un poco negacionista?

—No y, con la manera de pensar de él, debió haber sido más negacionista. Los científicos deben dar consejos a los líderes políticos. Y él hizo casi todo lo que decía Fauci entonces. No se puede decir que fuera negacionista porque también invirtió mucho en las vacunaciones. Dijeron que era un negacionista, que todo lo que estaba haciendo era negar la pandemia y, a mi manera de pensar, fue al contrario. Y, después, cambiaron el sistema electoral…

¿Cree que hubo fraude?

—Hubo cosas que pasaron que no debieron haber pasado. Pero no fue el día de las elecciones. Fue antes, cuando se aceptaron muchas regulaciones y muchas leyes que no debieron haber sido aceptadas.

Usted ha llegado a decir que la política del todavía presente de los Estados Unidos en Cuba y, en Venezuela, no es tan diferente a la de Pedro Sánchez.

—Sí. Son fans el uno del otro. Sánchez elogió mucho a Biden y Biden también a Sánchez. Ahora hay que ver el caos total que hay en el mundo por las debilidades de Biden, por la salida súbita de Afganistán que fue una humillación en el país porque le dijo a todos los dictadores del mundo...: «Hay rebajas. Comprad lo que queráis. ¿Y qué pasó? Que Putin invadió Ucrania, Irán mandó a Hamás que atacara... Estamos en un momento muy peligroso con China y Taiwán, con Venezuela y Guayana.

¿Una reacción iracunda de Trump a la política de Biden nos puede llevar a más conflictos internacionales?

—Es todo lo contrario. Durante los cuatro años de Trump, no hubo ningún problema mundial: Putin no invadió un centímetro en ningún país y no hubo ningún problema en el medio oriente.

¿Cuál es la clave del éxito de Trump? ¿Es su política firme contra la migración ilegal?

— Es su política firme. Tenemos que tener fronteras. No existe un país sin fronteras. Yo no tengo una casa si no tengo una puerta que puedo cerrar con llave. Yo soy inmigrante en Estados Unidos. Yo nací en Cuba y me fui a los 12 años. La migración legal no es lo mismo que la inmigración ilegal, es comparar conducir con conducir borracho. No hay comparación. En la migración ilegal, todo el mundo puede hacer lo que le dé la gana. No es que Trump acabe con la migración, sino con la inmigración ilegal. Puede que Trump se gane a los latinos, a los hispanos... porque ellos tampoco quieren la migración ilegal.

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