¿Merece la pena una hora de cola para entrar al huerto de Calixto y Melibea?

El centro de Salamanca se ha convertido desde hace ya un tiempo en un entorno típico de cuentos navideños. Y si hay un espacio que se ha posicionado entre los favoritos de salmantinos y turistas ese es el huerto de Calixto y Melibea. Tanto es así que es prácticamente imposible acceder si dedicar al menos 30 minutos a hacer fila.

Un tiempo de espera para el que la mayoría de los salmantinos asistentes ya van preparados. «Hay que venir dispuesto a ser fila. Nosotras llevamos ya casi una hora esperando», cuenta la salmantina Begoña González, que asegura que el tiempo de espera estaba dentro de lo que ella tenía calculado. «Sabía que pasaríamos mucho tiempo en la fila, pero es la única manera de verlo», asevera.

Y si bien los salmantinos ya saben que visitar 'La senda de los animales de hielo' es una actividad para la que hay que armarse de paciencia, a muchos turistas esto los agarra por sorpresa. «No nos esperábamos tanta fila. Ahora solo deseamos que merezca la pena porque después de tanto tiempo esperando...», señala María Álvarez, una vallisoletana.

Tras la salida del huerto, las opiniones de salmantinos y visitantes son diversas. Para algunas el espectáculo es digno de la larga espera, e incluso, aseguran que estarían dispuestos a repetirlo, eso sí, en un día entre semana y en los primeros horarios momentos en los que creen que la fila puede ser más corta. «Está increíble. Mucho mejor que el año pasado. Merece sin duda la pena. Hay que hacer una buena fila, pero si vienes acompañado de amigos y te mantienes entretenido se te pasa rápido», considera las amigas Laura, Natalia y María.

Una opinión similar a la de Pilar y Alonso que, aunque no pueden elegir cuál es su decoración favorita del huerto si la de este año o la del anterior, destacan que les gustó la temática. «Está muy bien preparado y es una buena idea que no sea lo mismo todos los años porque se volvería aburrido. La fila es larga, pero nos pareció que corría rápido. Lo único malo es el frío», apuntan.

Para otros, al contrario, la espera resulta excesiva. «Para ser sinceros, no nos parece que merezca la pena estar casi una hora en la fila para lo que hay. Está muy bonito, pero no es una cosa que digas: ¡Qué pasada! Los niños lo disfrutan mucho, pero a nosotros nos parece que no compensa, es mucho tiempo de espera en el frío», opinan Inma y José.

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