«Aunque mejore, la leche artificial nunca será tan perfecta como la materna»
Profesionales de Hospital de Salamanca participan en los acto de la Semana Mundial de la Lactancia Materna
«Por mucho que mejoren, los beneficios de la leche materna no se pueden comparar con cualquier leche artificial», defienden las profesionales del Hospital de Salamanca que han creado la Guía de Lactancia Materna del programa BPSO.
El Complejo Asistencial se sumó este miércoles a los actos con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna -que tendrá más citas en la segunda semana de octubre y unas jornadas de investigación el 6 de noviembre- con el objetivo principal de «dar visibilidad» a todos los beneficios que acompañan a la lactancia.
«Las madres y padres ya tienen clara cuál es la mejor forma de amamantar a sus hijos. Lo que buscamos con estas acciones es visibilizar la lactancia a nivel de toda la sociedad», apunta la enfermera Apolonia Poyo. La coordinadora de la Guía de la Lactancia Materna del Hospital recalca que es necesario «crear una cultura de lactancia»: «Hoy en día es menos raro que la gente se extrañe por ver a una mujer amamantando en público a su hijo. Lo tenemos más asumido, pero seguimos necesitando apoyo de las instituciones y la sociedad para tener un espacio físico para la lactancia en los hospitales, en un centro comercial, en aeropuertos y zonas públicas… Poder hacerlo con intimidad.
Aunque la industria va creando leches artificiales cada vez más completas desde el punto de vista nutricional, las sanitarias que conviven con las parejas y sus bebés recuerdan que «existen otros beneficios como evitar la contaminación y ahorrar costes económicos».
Apolonia Poyo pone un ejemplo que está siendo actualidad como son las víctimas de los conflictos bélicos. «En situaciones de catástrofes natural o de guerras, la lactancia materna es un gran beneficio porque no necesita preparación, está a la temperatura adecuada, es accesible… En una guerra no es fácil disponer de leche comercial ni de otros suministros. No se pueden tener los biberones higienizados, pero con la lactancia matera la leche está ahí, sin necesidad de preparación y sin producir residuos que contaminen el medio ambiente».
¿Llegará algún día la leche artificial a igualar a la natural? «Imposible porque la leche materna es el alimento ideal y aporta los nutrientes y anticuerpos que el recién nacido necesita hasta los nueve meses de edad. Eso no te lo aporta ninguna leche artificial. No es solo el alimento, sino también la relación de apego que se establece con la madre: el vínculo afectivo, el contacto piel con piel y el olor. Inigualable», concluye.
Castilla y León cuenta con un banco de leche materna, centralizado en Valladolid, que es vital para los neonatos de toda la Comunidad.
«Se trata de madres que donan excedente de leche que puedan tener ese momento y a las que debemos agradecer su generosidad. El banco hace un gran trabajo», apunta el neonatólogo del Hospital de Salamanca Rubén García.
Esta leche materna llega a los neonatos del Hospital con todos los controles de seguridad. «Se hace un control previo a las madres, para garantizar que no transmitan alguna enfermedad, pero después se realiza también un proceso de pasteurización para dar más seguridad al proceso», detalla García.
La leche se guarda en frío y se distribuye en botes de 50 mililitros especificando para qué tipo de prematuro es. «La leche materna y sus propiedades van cambiando con el paso de los días. No es lo mismo el calostro inicial que la leche que genera la madre cinco meses después porque el bebé también necesita cosas diferentes a medida que crece. Nosotros hacemos las peticiones, en función de los cálculos, los martes y ese mismo día llega la leche congelada para irla distribuyendo entre los candidatos a recibirla».
La Unidad de Neonatología del Hospital cuenta con una dotación inicial de 10 cunas en la zona de UCI, 12 puestos más en el área de intermedios y ocho zonas reservadas para bebés con problemas infecciosos, aunque estos 30 puestos son ampliables en caso de necesidad.
«Siempre intentamos que el bebé reciba la leche de su propia madre, pero se dan situaciones en las que la madre está en Reanimación, o no puede acudir a todas las tomas que el bebé necesita... Son muchos factores y tener leche materna es muy ágil. Es oro», reconoce.