Mejoras en Urgencias: cómo aumentar la sala de espera y sacar más provecho a espacios interiores

Que las Urgencias del Hospital de Salamanca se quedan pequeñas para el volumen de pacientes que reciben diariamente -la media más alta de Castilla y León- es algo que quedó claro desde 2021: cuando el nuevo Hospital unificó las urgencias que antes se dividían entre el Clínico y el Virgen de la Vega.

Las quejas de los pacientes por las estrecheces y la sensación de saturación se han venido repitiendo durante los últimos años. También las de los propios trabajadores, aunque éstos lo hacían a nivel interno.

Estas propuestas de cambio no han caído en saco en roto. El pasado mes de febrero, la gerente del Complejo Asistencial -Carmen Rodríguez Pajares- aseguraba durante una entrevista concedida a este medio que estaban estudiando «realizar algunas adaptaciones funcionales en función de las necesidades que indiquen, tanto los trabajadores, como también las asociaciones de los pacientes que tienen mucho que ver».

Los diversos responsables del servicio de Urgencias ya han sido consultados sobre cuáles consideran que son las reformas que deberían llevarse a cabo para mejorar el funcionamiento de este departamento y parece que existe acuerdo en varias iniciativas. La primera: que urge una ampliación de las zonas de espera, pero no es sencillo.

Lo más factible sería ampliar la sala de espera principal, que está ubicada justo a la entrada del servicio: antes de pasar a la zona de triaje, consultas, boxes, etc. El problema es que, estructuralmente, las posibles vías de crecimiento son muy limitadas. Esta sala limita con un patio interno -por un lado-, con la zona de consultas y con la recepción -por otros lados-, por lo que la opción de aumentar su tamaño pasa por crecer hacia la calle. Justo a la entrada de Urgencias existe un porche al aire libre, pero que está techado, tiene unos bancos y cuenta con un monitor para que la gente que necesita salir unos minutos a airearse pueda estar pendiente de las llamadas a consulta. Las propuestas que los sanitarios han traslado al equipo directivo abogan por aprovechar este espacio: cerrarlo o acondicionarlo de tal manera que pueda ser utilizado a todos los efectos como ampliación de la sala de espera.

Otra de las iniciativas de mejora del servicio que ya se han puesto en práctica durante las semanas con mayor incidencia de gripe y virus respiratorios de este invierno ha sido la del aprovechamiento de una sala con camas de observación. «Había una sala disponible con nueve camas de observación que nos ha dado juego para esos pacientes que están pendientes de un posible ingreso, o con enfermos que necesitan periodos de observación más largos. Esta sala nos permite que esos pacientes estén más cómodos en una cama y, al mismo tiempo, que haya menos camillas en las salas de espera y los pasillos», apuntan los profesionales.

Durante esas semanas de alta frecuentación se sacó un notable provecho a esta zona de observación. Se dotó de personal para poder atenderla durante más turnos y la idea que ponen sobre la mesa los trabajadores es que pueda ser un espacio activo de manera constante para mejorar el funcionamiento del servicio.

Las estadísticas de rendimiento de Urgencias apuntan que los pacientes triados con prioridades 1 y 2 son atendidos de manera inmediata y que estas nueve camas de observación habrían contribuido a acelerar los tiempos medios de respuesta con los pacientes de prioridad 3. Respecto a los enfermos con niveles de prioridad 4 y 5, la estancia media en Urgencias no baja de las cuatro horas, llegando a duplicarse en fechas de especial saturación. El 27 de diciembre de 2024 se superaron los 550 pacientes atendidos, pero el problema radicaba en que en un parcial de apenas tres a cuatro horas llegaron a Urgencias 200 enfermos, por lo que las patologías poco graves acumularon muchas horas de estancia dentro del circuito.

• Temas
• Sacyl
• Complejo Hospitalario de Salamanca
• Salamanca