El mecánico salmantino que está ayudando en el desastre de Valencia: «Tengo la sensación de que no voy a superar lo que voy a ver»

Elena Martín

Salamanca

Sábado, 2 de noviembre 2024, 06:00

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Antes de que el salmantino Javier Sendín se convirtiera en el mejor mecánico de España, jamás se había imaginado que semejante reconocimiento fuese a resultar tan necesario en medio de una catástrofe. Y es que Valencia sigue pidiendo a gritos ayuda por las agónicas consecuencias que ha dejado la DANA que ha irrumpido con fuerza en el mediterráneo, dejando ya no solo más de 150 muertos y decenas de personas en paradero desconocido, sino también cientos de coches apilados, atrapados en la autovía, inundados y con graves averías por el alto nivel que ha alcanzado el agua y las fuertes riadas que han ido arrastrándolos por las calles en las que parece haberse instaurado la desesperación.

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Tirando de empatía y con ganas de empapar de resiliencia a todas aquellas personas que ahora mismo lo necesitan, Javier Sendín y su compañero Iván Martín llegaron en la mañana de este viernes a la capital. Lo hicieron después de haber solicitado permiso a Protección Civil teniendo en cuenta que muchas zonas habían sido declaradas como innacesibles por los cuerpos y las fuerzas de seguridad de la Comunidad Valenciana ante las inundaciones surgidas y los rescates que todavía a día de hoy se están acometiendo.

«Como acceder a ciertos municipios estaba tan tan tan difícil, pedimos que nos pagaran una furgoneta para llevar todo el material que necesitábamos llevar y tener un sitio asegurado en el que dormir. Esta iniciativa se nos ocurrió a mi compañero y a mí a raíz de los muchos comentarios que nos estaban llegando de los mecánicos que habíamos conocido en el concurso organizado por 'La Comunidad del Taller' y que tienen sus negocios en la capital valenciana. Junto a Iván y a mí, decidieron ir más mecánicos. Queríamos ir varios y todos juntos porque los coches que están abandonados y atascados en las autovías, además de amontonados en muchas calles, pueden ser cientos y cientos. Queríamos arreglar todos los que pudiéramos y despejar las zonas de entrada y de salida. Veremos qué podemos hacer», asegura Sendín para LA GACETA.

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«Una vez que pisamos Valencia, sabíamos cuál era el objetivo que queríamos conseguir: arrancar todos los coches posibles y apartarlos para que la gente pueda moverse y despejar así la autovía. No paro de ver imágenes de coches amontonados y todo lo que está saliendo y la verdad es que es una locura. Hasta la gente está robando en los supermercados», asegura Javier Sendín, que añade que una de las cosas que más miedo le dan de haberse sumado a esta iniciativa es que «no voy a poder superar todo lo que voy a ver».

«Mi familia no para de decirme que está muy orgullosa de mí. Obviamente está asustada por si nos pasa algo, pero no para de mostrarme su orgullo por haber tenido la iniciativa de querer ayudar en medio de tanto caos. Los mecánicos de Valencia no paran de decirnos que no dejan de ver coches inundados, furgonetas destrozadas… Sus talleres han sido arrasados completamente por el agua. Por eso, no nos quedaba otra opción que la de ponernos en su piel, ya que, si nos pasara a nosotros, nos gustaría que nos ayudaran», añade este salmantino.

«De entre los muchos materiales que hemos traído a Valencia, hay que destacar los muchos filtros que hemos tenido que meter en el maletero para todos aquellos coches que se han llenado de agua. También hemos traído equipos de medición y varias herramientas que puedan adaptarse a las muchas marcas con las que vamos a trabajar. Queremos ayudar a la gente poniendo todo el esfuerzo posible e intentar reducir los gastos, que claro que tendremos, ya que es material caro», afirma Javier Sendín, ya en Valencia para arrimar el hombro hasta el domingo, que será cuando tenga que volver a Salamanca para tener margen de cara al lunes y poder abrir su taller.

«El sector automovilístico de Valencia se encuentra ahora mismo más tocado que nunca. Muchos de sus profesionales nos han hecho llegar que se encuentran desesperados porque no tienen grúas, no tienen nada y no están recibiendo ayudas. Por eso, todo lo que podamos ayudar seguro que será bienvenido, ya que, además de todos los muertos que están saliendo a la luz, mucha gente se está quedando sin sus negocios», sentencia.