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La maestra jubilada María Jesús Cuadrado ha obtenido este año el premio extraordinario de encuadernación.
María Jesús Cuadrado, una maestra jubilada entre los jóvenes talentos de la música y el arte

María Jesús Cuadrado, una maestra jubilada entre los jóvenes talentos de la música y el arte

A los 63 años, logra el premio extraordinario de Educación en encuadernación, igual que Anastasia Datsyk (20), en fundición; David Corzo (22), en percusión; Lucía Pablos (18), en flauta travesera, o Lucía Muñoz (18), en piano

C. R.

Salamanca

Lunes, 11 de diciembre 2023, 17:39

«Por puro deleite», por el gratificante disfrute de aprender, María Jesús Cuadrado, maestra jubilada de 63 años, se ha convertido en uno de los 18 estudiantes de toda Castilla y León (7 de Salamanca) que han merecido los premios extraordinarios en enseñanzas artísticas profesionales que concede la Junta de Castilla y León a los mejores en música, danza y artes plásticas del pasado curso. Alumna de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Salamanca, obtuvo el reconocimiento en encuadernación artística. «Los libros siempre me han gustado. Me jubilé con 60 años y me matriculé en encuadernación. En septiembre comencé en la escuela con la intención de acudir solo al taller, pero en noviembre me incorporé al ciclo completo. No conocía la escuela y me enamoré», explica la exdocente. «Me llenaba tanto que quería saber más. Ha sido puro deleite», comenta ensalzando el lujo de poder aprender sin la tensión a la que están sometidos muchos de sus compañeros más jóvenes. «Al estar jubilada, no tengo ya ninguna presión. Todo fluye de otra manera y no está supeditado a los resultados», insiste.

Para optar al premio, su proyecto fue encuadernar el libro «Todo lo que no te pude decir», de Cristina Peri Rossi. «Pedí el libro en rama y utilice la técnica de Braden», explica refiriéndose a un sistema que se caracteriza, entre otras cosas, por el empleo de tres piezas independientes (lomera y tapas) que se ensamblan. «Lo encuaderné con piel de búfalo y utilicé piel de cabra para las incisiones y el mosaico. Empleé carnaza con piel termoestampada e hice un estuche que cierra herméticamente», narra ilusionada. La disciplina que aprendió la ha enamorado: «Hay que mostrarla en la calle, dar a conocer que se imparte en Salamanca y que es un maravilla». Tanto la conquistaron los estudios y el lugar donde los curso, que ha iniciado los estudios de cerámica. Eso sí, pide que «la Junta que acompañe el reconocimiento al esfuerzo de los alumnos poniendo a su disposición dos o tres años más de formación en las correspondientes disciplinas, donde eligieran dentro del ámbito autonómico o nacional, con coste cero».

Anastasia Datsyk

Pero el perfil de María Jesús no es el habitual de quienes reciben estos premios. En la mayoría de los casos se trata de jóvenes estudiantes. Es el caso de Anastasia Datsyk, la otra estudiante de la Escuela de Arte de Salamanca que ha merecido este reconocimiento en la última edición. Natural de Ucrania, llegó a Salamanca a los 7 años. Y con 20 ha demostrado su maestría en fundición artística. «Florecer en la tristeza» es el título de la obra, del proyecto, que presentó a esta convocatoria. «En ella, cuento como ha sido mi evolución representándolo en diferentes elementos que aparecen y busco que cada persona que lo vea le de su propio significado e interpretación», explica la premiada, que ahora ha iniciado el grado de escultura en el mismo centro. «Me encantaría tener mi taller y realizar obras a petición de clientes y seguir experimentando con los metales y diferentes técnicas», sueña la joven artista.

David Corzo

«Es un reconocimiento que me puede dar puntos de cara a unas oposiciones. Pero, sobre todo es una alegría haberme podido presentar al examen para este premio como resultado de muchos años de trabajo en el Conservatorio Profesional. Para mí es un logro haber llegado hasta ahí con mis compañeros», explica David Corzo, que se ha alzado con el único premio extraordinario de percusión de Castilla y León. Tras estudiar percusión y Musicología en la Universidad de Salamanca, ahora continúa sus estudios en el Superior de Badajoz.

Lucía Muñoz y Lucía Pablos

Tanto Lucía Muñoz como Lucía Pablos son ejemplos de disciplina. A sus 18 años se han alcanzo con los premios extraordinarios de piano y flauta travesera en un curso en el que, como muchos de los jóvenes de edad, se enfrentaban al último año de Bachillerato y las pruebas de acceso a la Universidad. «La verdad es que el pasado curso fue bastante duro. Al final te sirve de mucho tener mucha capacidad de organización», comenta Muñoz, que ha estudiado durante una década en el Conservatorio Profesional de Salamanca.

Ahora, compatibiliza sus estudios de piano en el Superior con Magisterio (Primaria). Su compañera Lucía Pablos lleva los mismo años estudiando música y reconoce también que el pasado curso «no fue fácil», aún así no solo logro el reconocimiento por su maestría con la flauta travesera sino que en la EBAU le fue «muy bien». En su caso, los estudios en el Superior los compagina con Derecho. «Ahora si que está siendo duro», apunta orgullosa del galardón recibido. A todos estos premiados se sumarían las hermanas Irene y Sofía Rosado que han recibido el premio de violín y clarinete, respectivamente.

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