Mañueco a la 'princesa guerrera': «Con tu eterna sonrisa estás logrando cosas increíbles»
El presidente de la Junta ha entregado los Premios Castilla y León a la salmantina y al poeta y escritor Juan Antonio González Iglesias
Fueron dos de las ovaciones más importantes de la mañana. La primera cuando se levantó a recoger el Premio de Valores Humanos y Sociales y se abrazó con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. Y la segunda, cuando los aplausos cortaron el discurso del presidente cuando se dirigía a María Caamaño Múñez: «La premiada más joven. Y también, creo que el premio más bonito porque se lo damos a nuestra princesa guerrera».
Se dirigió cariñosamente a la pequeña para reconocer todo lo que ha conseguido en su trayectoria de concienciación. «Querida María, con tu eterna sonrisa estás logrando cosas increíbles. Y no solo para investigar el cáncer. También para ayudar a muchas familias y para que los hospitales, donde tanto tiempo pasáis, sean lo más acogedores posibles».
Mañueco avanzó que las obras de la terraza infantil en el Hospital, que llevará el nombre de la pequeña, se encuentran en su fase final. «Tienes aún mucho por lo que luchar, mirando hacia adelante», animó mientras que mostraba el «orgullo» que sentía toda la Comunidad hacia ella.
El presidente de la Comunidad también tuvo palabras para el escritor y poeta salmantino Juan Antonio González Iglesias, Premio Castilla y León de las Letras, encargado de hablar en representación de todos los premiados. «Nos recuerdas lo mucho que podemos aprender si hacemos conversar la antigüedad con la modernidad», reflexionó a la vez que destacaba la importancia de «encontrar en el pasado clásico un semillero de ideas y referencias para entender mejor el presente y avanzar hacia el futuro». «Ahondando así en el papel de la ética, la poesía, la belleza y las artes en este «avispero enloquecido» que hoy vivimos, como has dicho alguna vez», incidió Fernández Mañueco.
El recién elegido Premio Castilla y León de las Letras, Juan Antonio González Iglesias, reivindicó el modo de vida poético en su discurso en representación de todos los premiados. En su discurso recordó a otros premiados como el mirobrigense Fernando Arrabal o la escritora Carmen Martín Gaite, de la que este año se celebra su centenario. «Si renunciamos a la poesía, a la filosofía o a la historia, nos volveremos menos humanos, como ya está pasando», advirtió. El escritor defendió la «visión poética» enriquecida con el pensamiento simbólico.
En su defensa de la poesía, se paró frente a la portada renacentista de la Universidad de Salamanca. «No es raro convertir la arquitectura en poesía, porque antes la fachada había traducido a piedra la literatura clásica».
En ese recorrido invitó a los castellanos y leoneses que le acompañaban a que le acompañaran por el río Tormes «uno de los más literarios del mundo» y, al que reconoció que, como Unamuno, se dirigía a él como «Tormes mío» : «Vas recortando un arco de frescura / en la corteza del planeta, curva / que pertenece al cosmos, Tormes mío, / ¿desde qué punto del espacio puede / verse tu alfanje azul que escinde el cielo / en la ventana abierta? Estoy tranquilo / al verte. Ojalá sea como tú /todo lo que me espera», concluyó.
El presidente subrayó el «ejemplo» de los premiados como referentes del talento y el compromiso de las personas de Castilla y León y destacó su capacidad «para proyectar los valores de la Comunidad» por todo el mundo y «servir de inspiración a las nuevas generaciones». Junto a los salmantinos, también fueron reconocidos Enrique Pascual Oliva, Deporte; Elena García Armada, Investigación Científica y Técnica e Innovación; Sara García Alonso y Pablo Álvarez Fernández, Ciencias Sociales y Humanidades; Dora García, Artes; y Ganadería `El Raso de Portillo´, Premio Castilla y León de Tauromaquia.

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