Luz verde en Salamanca para estrenar la hospitalización a domicilio

El servicio de Medicina Interna del Hospital de Salamanca va a estrenar de forma inminente la nueva —y muy esperada— prestación de ingreso domiciliario. Consiste en que un grupo de pacientes que requieren cuidados especializados pueda recibirlos en sus propios hogares mediante el desplazamiento de los profesionales sanitarios, y no al revés.

Salamanca alberga este fin de semana el XXXIX Congreso de la Sociedad Castellano-Leonesa y Cántabra de Medicina Interna. Durante el acto de inauguración, el gerente de Salud del Área de Salamanca, Luis Alberto Álvarez Espinosa, habló de las nuevas «alternativas a la hospitalización tradicional en las que se tienen puestas tantas esperanzas». Espinosa se refería a la luz verde concedida por la Consejería de Sanidad para la puesta en marcha de esta prestación, que ya se ofrece en otros hospitales de la comunidad y que en Salamanca inauguró el servicio de Hematología con la atención domiciliaria a pacientes trasplantados. Ya existe una partida presupuestaria destinada a ello.

El ingreso domiciliario es un objetivo que el Hospital de Salamanca perseguía desde hace tres años, pero los esfuerzos económicos de la Consejería de Sanidad habían tenido que centrarse en otros fines más urgentes, como la recuperación tras la pandemia de coronavirus o la reducción de las listas de espera mediante la autoconcertación. Finalmente, Sacyl ha dado luz verde al proyecto salmantino, y es cuestión de días —semanas, a lo sumo— que se seleccionen los primeros pacientes.

Inicialmente, se contará con un equipo humano compuesto por un especialista en Medicina Interna y dos profesionales de Enfermería. Con esta dotación, se podrán atender entre ocho y diez pacientes, que estarán ingresados en sus propias casas y recibirán diariamente la visita del personal sanitario.

El radio de acción que hace viable el ingreso domiciliario en Salamanca se limita a la capital y a determinados municipios del alfoz. Aquellos pacientes cuyo domicilio se encuentre más allá de estos límites no podrán optar a esta modalidad de ingreso.

Además de la ubicación de la vivienda, el criterio más importante a la hora de seleccionar a los pacientes que pueden ser ingresados en sus propios hogares es «que estén clínicamente estables y no corran riesgo de empeorar, que su entorno familiar sea el adecuado para estar pendientes de ellos y que necesiten unos cuidados que puedan llevarse a cabo fuera del hospital», explican los responsables.