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Domingo, 15 de enero 2023, 08:10
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El teletrabajo, como medida de ahorro energético que el Gobierno de Pedro Sánchez ha implantado mediante decreto en la administración pública, está condenando la atención presencial a la extinción en favor de una administración digital que continúa siendo una infranqueable barrera para muchos salmantinos.
Pocas personas pueden ser testigos del “desierto”, según aseguran los propios trabajadores, en el que se convierten las oficinas de la Delegación Territorial de la Agencia Tributaria de Salamanca cada martes y jueves, días en los que se “invita” a la mayoría de los empleados a trabajar a distancia. El acceso a las instalaciones se ha limitado al máximo. Ni siquiera los propios trabajadores saben cuántos puestos quedan vacíos esos días en las dependencias de Rector Lucena.
Tanto el Ministerio de Hacienda como la Subdelegación de Gobierno aseguran no disponer de los datos desglosados del personal que está actualmente acogido a ese régimen de teletrabajo en la delegación provincial de este organismo. Pero fuentes sindicales apuntan que, pese a que tampoco a ellos se les facilitan estos datos, esas dos jornadas el edificio casi se queda vacío.
No resulta fácil comprobarlo, ya que para el ciudadano resulta prácticamente imposible entrar en el edificio a realizar cualquier tipo de consulta salvo que se disponga de cita, como sí podía hacer antes de la pandemia. Los vigilantes de la puerta impiden el paso si no se ha solicitado cita previa, para lo que se requiere una antelación de, al menos, 48 horas.
Ante las reiteradas quejas recibidas en los últimos meses y cuando el propio Gobierno de España está exigiendo a las entidades financieras la atención presencial a determinados colectivos, la Agencia Tributaria atiende ya sin necesidad de cita a los mayores de 65 años que acudan a sus oficinas, según informan verbalmente a la entrada de sus dependencias. Pero “la brecha digital no solo les afecta a ellos”, asegura Gracia Sánchez, la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios de Salamanca, aludiendo a los problemas que conlleva este sistema para controlar la atención presencial para muchas personas del medio rural. A día hoy resulta imposible acceder al edificio para realizar consultas rápidas o solicitar información, según ha podido comprobar este periódico en reiteradas ocasiones.
Cada vez son menos los contribuyentes que se acercan a las instalaciones de Rector Lucena. Además de la generalización del trabajo a distancia dos días a la semana, hay otro motivo que lleva a apostar por la atención online o telefónica y que complica cada vez más la atención presencial en ventanilla: la plantilla de la Agencia Tributaria en Salamanca se ha reducido casi a la mitad en la última década.
Según los datos que el propio Ministerio de Hacienda facilita al sindicato CSIF, actualmente este organismo contaría en la provincia —incluyendo las oficinas de la capital, Béjar y Ciudad Rodrigo— con 108 funcionarios y 9 laborales —entre los que se incluyen los fijos discontinuos que se activan como refuerzo durante la campaña anual de la renta—. En 2011 los funcionarios eran 186, a los que se sumaban 36 laborales —en 2019 ya se habían reducido a 138 y 14—.
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