Lolita Flores: «No puede volver a repetirse que una niña se ahorque por no poder amar a quien quiera»

Lolita Flores no solo cuenta con un gran recorrido en el mundo musical con reconocidas canciones como 'Amor, amor', 'Sarandonga' o 'No renunciaré', sino que la artista lleva durante años deleitando al público con sus apariciones en televisión o como actriz, con obras teatrales como 'Fedra', 'La fuerza del cariño' o 'La plaza del diamante'. Los salmantinos podrán disfrutar este sábado, a las 21:00 horas en el Teatro Liceo, de su segunda actuación consecutiva en la ciudad.

¿Cómo se siente al venir a Salamanca?

—Muy contenta, porque la verdad, hacía tiempo que no íbamos a Salamanca. Creo que 'Fedra' fue con la última obra con la que estuvimos allí. Hace años que no voy por Salamanca así que voy con mucha ilusión.

¿Cómo va a salir el público salmantino después de ver esta obra?

—Yo espero que salga contento. Por lo menos es lo que he estado notando hasta ahora mismo en todos los sitios donde he estado. Es una obra dura, una obra basada en 'La casa de Bernardo Alba', de Federico García Lorca, y la gente ha salido contenta.

Han recuperado esta mítica obra de García Lorca. ¿Cómo ha sido el proceso de preparar una historia que es tan conocida?

—En realidad es un 'spin-off', porque se centra en el personaje de Poncia. Hay recogidas cosas de 'La Casa de Bernarda Alba', pero también de 'Doña Rosita la soltera' o de los poemas de amor de Lorca. Se trata de una obra inédita que ha hecho Luis Luque que hay que ver. Incluso si conoces 'La casa de Bernarda Alba' y has leído a Lorca. Yo me he dedicado a que me dirijan y hacer lo que el director me mandaba. He estudiado mucho y he aprendido mucho.

¿Qué ha aprendido del personaje de Poncia?

—Es una mujer que podría vivir en este siglo perfectamente. Es una mujer que busca la justicia, que busca el amor libre. Lleva en la casa de Bernarda Alba ocho años encerrada, con las cinco hijas, que se enamoran todas del mismo hombre. Mi manera de pensar defiende que la gente ame libremente y estoy en contra de las injusticias. He encontrado puntos en común con este personaje.Tú le pones la voz, el gesto, el movimiento, pero al fin y al cabo son mujeres con una serie de sentimientos. En todos los personajes siempre, no todos, pero siempre, hay algo que coincide contigo. Pero yo estoy haciendo un personaje.

¿Qué significa, personalmente para usted, recuperar una obra de Lorca?

—A Lorca lo conozco desde que era muy niña, porque mi madre me lo empezó a leer desde que era muy pequeña. Lo conozco bien, conozco su manera de escribir y su manera de decir las cosas, que las dice de una manera maravillosa. Luis Luque se ha empapado muchísimo porque hay frases que, al leerlas, no sabía si eran suyas o del propio Lorca. Luis ha hecho un texto maravilloso.

¿Cree que se puede extrapolar a la sociedad de hoy en día los mensajes de Lorca y de Poncia?

—Yo creo que sí, sobre todo para que no vuelva a pasar eso nunca más. Para que una niña no tenga que ahorcarse por un malentendido o por no poder amar a quien quiera.

¿Se queda con el mundo de la actuación o el de la música?

—Llevo con la actuación casi 20 años. La música, bueno, de vez en cuando me voy a América, canto, pero realmente no estoy en el mundo de la música a día de hoy más allá que eso. He terminado de hacer la serie 'Las invisibles' y ahora estoy con obras de teatro. Ahora he empezado con 'Poncia' y tengo para un tiempo. Ahora mismo la música la tengo un poco aparte. Además, yo creo que es que el tipo de música que yo hago no se lleva ahora.

Entonces, ¿el teatro juega ahora mismo un papel importante en su vida?

—El teatro es súper importante, me da de comer, es algo con lo que disfruto muchísimo. No veo a mis hijos, no veo a mis nietos, no veo a mis amigos, no veo a mi familia pero bueno, esa es la balanza, por un lado te compensa porque estás haciendo algo que te gusta y encima te pagan por ello.

¿Cómo se siente al recibir el reconocimiento del público?

—Me siento muy orgullosa y con una satisfacción enorme. Con mucho orgullo de mí misma porque la gente me quiera, que la gente llene el teatro y que aplaudan mi trabajo. Eso para un artista es el gran premio.

¿Desde sus comienzos se vio llegando a ser una artista como la que es ahora?

—Yo de pequeña quería ser monja, detective, empresaria... En principio lo de artista no se me pasó por la cabeza. La culpa fue de la canción 'Amor, amor', que me la dieron con 17 años y ahí fue cuando empecé. Cuando me di cuenta, ya estaba subida encima del escenario y luego ya es difícil bajarte de él. Nunca he pensado en dejarlo o abandonar esta carreta, todavía me queda mucho por vivir, por disfrutar y por hacer.