La limpieza y la seguridad de los ríos vuelve a enfrentar a la CHD con los ayuntamientos
La Diputación ha tenido que intervenir para exigir que autorice la limpieza y evitar inundaciones como las de hace 2 años
Los ayuntamientos vuelven a tener el enésimo enfrentamiento con la Confederación Hidrográfica del Duero por su falta de respuesta, por la dilatación de los plazos para conceder autorizaciones, por la inseguridad y por la ausencia de actuaciones en la cuenca para evitar inundaciones y mantener de forma adecuada los tramos que se destinan a prácticas de ocio y deportivas.
Ya no es solo que se inhiba de su responsabilidad sobre los ríos. Las quejas fundamentales de los ayuntamientos u organismos que dependen de la Confederación Hidrográfica del Duero, como las comunidades de regantes, es que no contestan a nadie. Es verdad que la ley dice que en zonas urbanas (Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional, artículo 28.4) la limpieza de los cauces corresponde a los ayuntamientos, aunque para realizarla las corporaciones locales deben tener previamente su autorización y los plazos de respuesta se dilatan meses o años y en ocasiones tienen que interpretar que su silencio supone la denegación.
Si las labores de limpieza se realizan de forma manual es suficiente la declaración responsable. Sin embargo, esos trabajos ya no se hacen así, por lo que aunque los ayuntamientos aseguran que lo hacen con respeto, la limpieza hoy se realiza con maquinaria pesada.
«No es de recibo que los casos de autorización favorable para actuaciones en zonas urbanas, se dilaten entre seis meses y un año, e incluso varios años», se queja la Diputación de Salamanca, que en primavera volvió a instar a las confederaciones del Duero y del Tajo, que son las dos competentes en la provincia de Salamanca.
La Diputación, en nombre de los ayuntamientos más pequeños, le ha insistido a las respectivas autoridades de cuenca que tienen que ser más diligentes porque la mayoría de los municipios afectados por las inundaciones que tuvieron lugar en enero de 2023 todavía están esperando una respuesta.
«Les hemos insistido en la necesidad de que sean más diligentes para evitar situaciones como las que se produjeron hace dos años. A día de hoy, la gran parte de las solicitudes de los municipios afectados, consistentes en labores preventivas no han sido resueltas. En otras ocasiones ni siquiera han sido contestadas, dejando a los ayuntamientos en un limbo porque no saben cómo interpretar el silencio, si de forma positiva o negativa», afirma la diputada de Medio Ambiente, Pilar Sánchez.
Salamanca fue uno de los primeros municipios en batallar contra la Confederación Hidrográfica del Duero, batalla que acabó en el Tribunal Supremo y sentencia que ha sentado un precedente en el que se escuda el organismo de cuenca. El alto tribunal confirmó el 10 de junio de 2014 una resolución anterior de 29 de diciembre de 2011 de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, que decía que las actuaciones en cauces públicos situados en zonas urbanas corresponderán a las administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo, sin perjuicio de las competencias de la administración hidráulica sobre el dominio público hidráulico.
El inconveniente es definir «zona urbana», fundamentalmente en los pequeños municipios y el problema es que en las zonas no urbanas tampoco actúa la Confederación.
Pero no solo existen dificultades o falta de entendimiento en la limpieza del cauce y de las orillas de los ríos. Tampoco es diligente el órgano dependiente del Ministerio de Transición Ecológica a la hora de resolver problemas como la seguridad en las zonas de baño o en los tramos habilitados para las prácticas deportivas.