La ley de puestos sanitarios de difícil cobertura «será realidad antes de final de año»
La oposición ya ha presentado enmiendas al texto original que redactó el PP. Una batería de incentivos para que ninguna consulta de pueblo quede vacía. Posible desencuentro con las modificaciones que proponen Por Ávila, Soria Ya y Francisco Igea
La primera Ley de puestos de difícil cobertura sanitaria de Castilla y León será una realidad «antes de que termine el año».
El texto, promovido por el gobierno autonómico, ya ha recibido todas las enmiendas y modificaciones que el resto de grupos parlamentarios en las Cortes considera que deben incluirse. Esta decisión depende de un grupo de ponentes —actualmente en proceso de elección— que votará para acordar qué enmiendas se incorporan al texto definitivo y cuáles se descartan.
Buena parte de las enmiendas será incluida sin conflicto alguno, ya que se centran en cuestiones de redacción: sustituir un verbo por otro más 'ambicioso', cambiar el término «regional» por «autonómico» por ajustarse mejor al caso de Castilla y León, o añadir expresiones que eliminen ambigüedades y aporten mayor concreción.
También se solicita que no se siga culpando a la Covid de la acumulación de las listas de espera ni se considere que la única razón por la que ciertos puestos médicos quedan sin cubrir es la escasez de profesionales.
Otras enmiendas, en cambio, sí implican cambios de mayor calado y están generando debate.
Francisco Igea considera que no debe considerarse puesto de difícil cobertura aquel que cuenta con un número suficiente de profesionales, sino que debe procederse a una reordenación. El exvicepresidente también propone añadir la condición de que «ningún centro de salud designado de difícil cobertura carecerá de la misma o superior equipación que el mejor dotado de su provincia», con el fin de evitar que «la falta de equipamiento sea la causa de la dificultad para cubrir las plazas».
Esto obligaría a extender a todas las zonas de salud rurales ciertas tecnologías que, salvo excepciones, ya están presentes —ecografía, electrocardiograma, espirografía, bisturí eléctrico, etc.—, aunque sería inviable igualar todos los centros de salud a aquellos que disponen, por ejemplo, de equipo de Rayos X.
Soria ¡Ya! insiste en la necesidad de actualizar las cuantías de los complementos recogidos en un texto redactado hace seis años, «dado que el IPC ha aumentado un 20 % desde entonces». La formación soriana también señala que no considera justo que los incentivos se apliquen solo a los médicos, y sugiere que se extiendan a todos los sanitarios que trabajen en esas zonas. Una propuesta que no convence a todos, ya que la definición de «difícil cobertura» está determinada por la dificultad para atraer médicos, y no otro tipo de profesionales.
Por Ávila propone incluir un punto que diga que «en caso de que dos de los aspirantes contratados constituyan una unidad familiar o pareja estable no casada debidamente acreditada, la Consejería procurará la realización de una propuesta de contratación combinada en uno o varios centros próximos».
El PSOE se muestra bastante receptivo a facilitar que la Ley de puestos de difícil cobertura salga adelante, y sus enmiendas se centran más en aspectos de redacción y precisión conceptual.
Por su parte, Vox —cuyo apoyo puede ser decisivo para que la normativa prospere— también plantea extender todas las medidas al resto del personal de los centros de salud, y solicita la inclusión de la Enfermería en el índice de complementos.
El propio Partido Popular ha presentado enmiendas para matizar algunas de las condiciones de esta normativa que, aseguran, «será una realidad en el último trimestre del año» y que «favorecerá a los ciudadanos y a los profesionales».