«León XIV va a ser un gran papa. Es un hombre que ha pisado el barro y que conecta con los jóvenes»

Ha compartido muchos momentos con el hombre en el que hoy se fijan todas las miradas. El prior de los agustinos en Salamanca conoce muy bien a Robert Prevost y tiene claro que su pontificado va a dar buenos frutos.

Le ha conocido en persona, ¿cómo es León XIV?

—Va a ser un gran papa. Además, tiene muchos años por delante para serlo. Es una persona muy cercana, muy normal. Igual suena un poco simple, pero a mí me gusta esa expresión. Es una persona muy humana. Tiene un carácter bastante afable y cordial. Sabe escuchar. Ha sido un hombre de pastoral. Como me decían personas que le han conocido en Perú, donde yo estuve con él, es alguien que ha pisado mucho el barro, que ha estado en la calle…

Es un papa misionero, inmigrante…

—Cuando se habla de que es estadounidense, lo asociamos a poder, pero realmente él tiene perfil misionero. Tiene la nacionalidad peruana. Su abuela era española y él sabe que es ser inmigrante. Yo destacaría su aspecto de misionero porque lo ha sido 20 años. En primer lugar, estuvo en un bicariato que tenemos los agustinos en Perú que se llama Chulucanas, donde trabajó mucho y bien.

¿Qué recuerda de su paso por Salamanca?

—Él fue general de la orden entre 2001 y 2013. Sustituyó a otro muy vinculado con Salamanca, el padre Miguel Ángel Orcasitas. Prevost venía a Salamanca a cumplir sus tareas como prior general de la orden. Vino varias veces a reuniones, a visitar la comunidad y, sobre todo, a presidir los capítulos provinciales. Estuvo, por lo menos, seis u ocho veces. Lógicamente en esas ocasiones algún paseo nos dimos por la ciudad para que la conociera. Estuvimos con el obispo, entonces era Carlos López.

Pero no solo ha coincidido con él en Salamanca…

—Estuve una semana entera con él en un encuentro con jóvenes de todo el mundo, agustinianos, en Guadarrama, Madrid, en 2002. Y años después, en otro encuentro en Pavía. Él es pastoralista, sabe estar con la gente, no es un hombre solo de despacho. Lógicamente también ha tenido sus funciones importantes, sobre todo los últimos años en Roma, y evidentemente ha tenido que dedicarse a lo que se ha tenido que dedicar, pero, sobre todo, en su tarea misionera y como general de la orden ha sido un hombre muy cercano que sabe llegar a los jóvenes. Todos los agustinos de Salamanca lo hemos conocido. Yo he estado con él en Perú dos o tres veces. Lo conocí en 2001 en Panamá en la despedida del general al que sustituyó cuando yo estaba de misión por allí.

¿Cómo interpreta que haya elegido de nombre León XIV?

—Cuando lo dijo, evidentemente nos sorprendió a todos. Antes de ser elegido, cuando aparecía entre los candidatos, los frailes comentábamos que igual se ponía Agustín. Hubiera sido muy hermoso. Cuando anunciaron su nombre, me vino a la cabeza León XIII por su famosa encíclica, Rerum Novarum. Es una de las primeras que entró de lleno en el tema social. Eso ya es un indicativo de por dónde va a ir su papado y cuáles son sus inquietudes. Da a entender que va a tener una dimensión social. Y en ese sentido, es continuidad de Francisco. Está bastante claro.

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