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Las trampas del bono cultural: revender los productos para lucrarse

Las trampas del bono cultural: revender los productos para lucrarse

Beneficiarios de los 400 € del Gobierno venden en internet los productos culturales | Los videojuegos, lo más popular

Jueves, 10 de noviembre 2022, 22:49

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El anuncio llama la atención. Un videojuego completamente nuevo, aún precintado, y por un precio más que asequible. La persona que lo vende en Salamanca, al ser preguntada por los motivos, responde sin tapujos. “Te voy a ser sincera. Me han dado el bono cultural este año y son 100 euros que no voy a usar para nada, ya que no me gusta el tema de los videojuegos ni nada por el estilo”.

Como ella, algunos jóvenes de 18 años que han recibido los 400 euros de la ayuda que el Gobierno lanzó para adquirir artículos culturales, están dedicándose a revender los productos a través de internet para así lograr dinero en efectivo.

La justificación que dan es clara: no todos los productos y actividades culturales que se incluyen dentro de la tarjeta son de su agrado, por lo que prefieren hacer uso de una parte de la ayuda y revender el resto. Con ese dinero, pueden comprar otros artículos que sí quieren y que saben que van a disfrutar. En concreto, el diseño del Bono se divide en 100 euros para productos físicos (libros, revistas, prensa, videojuegos, partituras, discos...), 100 euros para productos digitales o en línea (suscripciones y alquileres a plataformas musicales, suscripciones digitales a prensa...) y 200 euros para artes escénicas (teatro, ópera, cine, danza, museos...).

Tan solo basta ojear las principales plataformas digitales de compraventa para encontrar algunos de estos productos. A diferencia de lo que ocurre a nivel nacional, donde algunos vendedores no dudan en poner en la descripción del anuncio “adquirido con el Bono Cultural”, las ofertas que se brindan en Salamanca y alrededores son más cuidadas y no es hasta la conversación privada entre comprador y vendedor cuando este reconoce la trampa.

Hacerla no siempre es posible, pues por ejemplo la mayoría de las entradas a un determinado espectáculo cultural son nominales, aunque en otros casos a la hora de adquirirlas lo que se proporciona es un código, lo que posibilita que otra persona distinta pueda hacer uso de ese pase. Pero con diferencia, la parte del Bono Cultural Joven que más permite revender a través de internet son los 100 euros para productos físicos. Dentro de esta, los videojuegos se llevan la palma, pues con un precio de media en el mercado de 60 euros, tienen una alta salida y son muchos los jóvenes interesados en comprarlos. Así, la mayoría de los anuncios se enmarcan en esta categoría.

Debido a esta picaresca, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, no ha tenido más remedio que pronunciarse al respecto. En su comparecencia reconoció que la finalidad del Bono Cultural no es esta, pero que “una persona o dos o tres” ponga a la venta productos de su propiedad privada no invalida la ayuda.

Aunque es cierto que se trata de casos puntuales en comparación con los cientos de jóvenes a los que se le ha concedido la ayuda, cabe destacar que según ha podido confirmar este diario muchos de ellos están esperando a que más negocios se adhieran al Bono Cultural Joven para tener más establecimientos en los que comprar productos más variados. La adhesión de los distintos proveedores culturales es un paso indispensable para que los salmantinos de 18 años puedan hacer uso del Bono, pues este funciona únicamente en los establecimientos y empresas que forman parte del programa.

¿Es legal este comportamiento?

En su intervención, Miquel Iceta también ha apuntado que “se trata de un delito” revender los productos adquiridos con la ayuda del Gobierno, unas declaraciones que no todos los expertos en la materia comparten.

“Yo sinceramente no lo veo delito y esa acción como tal, es decir comprarlo con una finalidad y usarla con otra, como tal no está tipificado en el Código Penal. Lo que sí sería delito es vender directamente el Bono Cultural al ser este personal e intransferible”, explica un letrado salmantino. “Es tener cara pero yo ahí no veo delito”, añade.

Otra cuestión son las condiciones que las plataformas de contraventa que operan a través de internet tengan en relación a los productos que en ellas se incluyan. De hecho, una de las más conocidas ya ha informado que todos los anuncios vinculados al Bono Cultural Joven ya han sido retirados.

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