Las antiguas nacionales, punto de ‘colisión’ entre Consistorio y el Ministerio de Transportes
El interés del Estado en los trazados de la N-630 y N-620 que discurren por la ciudad se ha minimizado y se limita a su mantenimiento
Lunes, 6 de septiembre 2021, 19:35
La existencia de vías de titularidad estatal dentro del entramado urbano de Salamanca solo ha sido motivo de conflicto durante los últimos años. Desde que el 26 de abril se abrió al tráfico la ronda suroeste (SA-20) y se completó la variante que conecta las autovías a través de una circunvalación evitando el paso por el casco urbano de Salamanca, el Ministerio de Fomento —hoy de Transportes— ha ido perdiendo interés por la mejora de las antiguas travesías, que al final constituyen los principales accesos a la capital del Tormes. En verano de 2008 completó la reforma de las avenidas de Lasalle y Juan Pablo II con la construcción de cinco glorietas. En julio de ese mismo año se retomó la remodelación del acceso Norte —el tramo más próximo al Helmántico se desdobló en 2006—, pero, con la crisis económica la empresa adjudicataria entró en concurso de acreedores y trece años después las obras aún no se han llegado a completar. De hecho, cansado de esperar un proyecto que año tras año cuenta con una partida en los Presupuestos Generales del Estado que nunca se ejecuta, en 2018 el Ayuntamiento pidió permiso al Gobierno central y construyó un carril bici y una senda peatonal en paralelo a la carretera.
No ha sido esa la única intervención que el Consistorio de la capital ha acometido durante la última década para mejorar el estado de las vías de titularidad estatal que ya forman parte del callejero de la ciudad. Obras para las que siempre ha tenido que solicitar el permiso de la Demarcación de Carreteras del Estado. Es el caso de la glorieta de acceso al Buenos Aires que construyó en 2013. Seis años después el Ejecutivo de Carlos García Carbayo destinó cerca de 200.000 euros para habilitar aceras y aparcamientos en otra vía de titularidad estatal, Saavedra y Fajardo. De la misma forma, el Consistorio costeó la sustitución de los pórticos de señalización que se encontraban en el acceso sur. Sustituyó esas indicaciones de dirección en altura que se encontraban próximas a la glorieta de los Vetones y Vacceos y que generaban un impacto negativo en las vistas de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad cuando se entra a ella por la antigua carretera de Béjar.
Frente a esas intervenciones en las que el Ministerio ha dejado al Ayuntamiento invertir en la mejora de las calles “estatales” de la ciudad, estas vías han generado numerosas fricciones, sobre todo, en los últimos años. En 2019 el Consistorio solicitó al departamento que entonces dirigía José Luis Ábalos el acondicionamiento de los arcenes, bermas y cunetas de los accesos de la ciudad, y Transportes le respondió que su competencia llega hasta el desbroce y la siega de la vegetación que crezca, pero que la construcción de aceras, zonas ajardinadas, redes de servicios o instalación de mobiliario no son necesarias para garantizar la seguridad vial y que, al ser actuaciones urbanas no debe ejecutarlas el Estado, sino la administración local tras la cesión de la titularidad del tramo correspondiente.
La falta de entendimiento entre administraciones se ha evidenciado también en el proyecto para cerrar la glorieta Ruta de la Plata, que el Ministerio ve viable pero establece como condición que el Ayuntamiento asuma la titularidad de esta rotonda o bien su mantenimiento, conservación o toda responsabilidad sobre posibles accidentes.
Tampoco está encontrando facilidades la administración local para sacar adelante la construcción de una pasarela peatonal sobre la SA-20 que conecte el polígono del Montalvo con el barrio del Zurguén. En 2019 el Ayuntamiento envió al Ministerio de Transportes el anteproyecto del acondicionamiento del acceso Sur a la ciudad por la carretera N-630. Incluía la construcción de un paso sobre la SA-20. Tras varios meses sin respuesta, la Unidad de Carreteras del Estado, que no ofreció muchas facilidades, pidió finalmente un proyecto completo antes de que pudiera ser autorizada cualquier intervención.
Alejar el radar de la calzada
La Dirección General de Carreteras ha pedido al Consistorio a alejar dos metros de la calzada la caja de radar de la avenida de Lasalle, aunque existen otros elementos a menor distancia, como la señalización.
