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Sábado, 11 de junio 2022, 17:53
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El sector de la construcción vive una época positiva. El único lunar que ensombrece el actual contexto lo representa la dificultad para contratar. Un hecho que llama la atención en comparación con el número de parados apuntados al Ecyl que manifiestan su predisposición a trabajar en el sector y que supera el millar de desempleados en Salamanca.
Los problemas, a diferencia de otras actividades, vienen de años atrás en la construcción. La recuperación de la actividad tras el importante desplome que vivieron las empresas por el pinchazo de la “burbuja” inmobiliaria en 2008 se ha topado con el obstáculo de la falta de mano de obra. El sector achacó en su momento las dificultades a los antecedentes. La recesión mandó al paro a miles de salmantinos que trabajaban en la construcción, que bien decidieron cambiar de sector en busca de estabilidad, o bien se jubilaron. Ahora el sector resulta poco atractivo para los jóvenes, a lo que hay sumar que existen perfiles en los que no hay personal con la formación o experiencia que requieren las empresas.
La escasez de trabajadores se da sobre todo en los oficiales, aunque hay empresarios que manifiestan que tampoco resulta fácil incorporar peones. Y no solo albañiles, también hacen falta carpinteros, electricistas o fontaneros con la cualificación y conocimientos necesarios.
La falta de formación es una de las causas, aunque no la única, de que la cifra de parados en Salamanca que están dispuestos a trabajar en la construcción sea todavía elevada y choque con los problemas de mano de obra. Según los datos del Ecyl de abril, en la provincia había 1.159 personas apuntadas al paro y esperando para ser contratadas por el sector. Se trata de un número importante, aunque hay que tener en cuenta que hace tres años era aún mayor. En abril de 2019 había registrados 1.712 salmantinos desempleados. El descenso refleja que la actividad económica actual supera con creces a la que había antes de la pandemia.
La caída también se aprecia de un año a otro. Salamanca tenía 347 albañiles en paro en abril de 2021, cifra que ha descendido a 270 en la actualidad. Los electricistas han pasado de 91 a 74. Las empresas reconocen que también hay fugas hacia otras provincias, sobre todo del personal más experimentado, lo que agrava el problema.
La construcción es, junto con la hostelería, los dos sectores económicos de Salamanca con más dificultades para contratar. En el caso de la hostelería también contrasta que haya más de 2.000 parados. Una situación que abre el debate sobre las posibles soluciones al problema.
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