Secciones
Destacamos
Domingo, 26 de diciembre 2021, 19:47
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Mancera de Abajo, en la comarca de Peñaranda, y limítrofe ya con tierras abulenses, mantiene vivos el recuerdo y esencia de los grandes santos del misticismo y que pasaron por ella y contribuyeron a su importancia histórica a partir del siglo XV.
La llegada a Mancera de Abajo de los Álvarez de Toledo propicia la construcción del Palacio de don Juan de Toledo, actualmente en ruinas y en la Lista Roja del Patrimonio Español, y da pie a la fundación del Señoría de Mancera y las Cinco Villas.
Enrique Sánchez Simón, historiador y turismólogo, cuenta que “el IV Señor de Mancera, Luis Álvarez de Toledo convence a Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz para trasladar el primer monasterio de Carmelitas Descalzos desde Duruelo a Mancera. Cuando los Carmelitas se trasladaron a Ávila, se asentaron en su monasterio los Mínimos, de la Orden de San Francisco de Paula” afirma.
Desde la plaza Mayor y siguiendo precisamente la calle Convento, el visitante llega al molino del siglo XV recuperado por el Ayuntamiento como zona de ocio y en el que una serie de paneles informativos permiten al visitante adentrarse en la historia del pueblo. Junto al molino se encuentra, además, el palacio y frente a él, el convento de Carmelitas Descalzas.
Tras la Guerra Civil, Santa Maravillas de Jesús decidió refundar los conventos de la Orden que previamente había fundado Santa Teresa y comenzó su labor por Mancera. Un año duraron las obras y en 1944 se fundó el monasterio actual, parada obligada en el recorrido por el pueblo. Desde el año 2014, Mancera de Abajo forma parte de la ruta teresiana “De la Cuna al Sepulcro” y su Ayuntamiento está poniendo en valor a lo largo de los últimos años todos los lugares asociados a la presencia en estas tierras de los grandes santos místicos y también de Santa Maravillas de Jesús.
Callejeando por el casco urbano del municipio y buscando la carretera que lo comunica con la vecina Mancera de Arriba, ya en la provincia de Ávila, existe también otro espacio presidido por una fuente manantial con una bóveda de sillería granítica y fechada en el siglo XVI. El manantial, oculto durante años y que se localizó fortuitamente en unas labores rutinarias de limpieza, preside ahora un área creada para el descanso del peregrino que llega a Mancera de Abajo desde el camino de Duruelo y al que recibe una silueta en hierro de San Juan de la Cruz.
Aprovechando la elevación del terreno en este punto, el caminante logra una hermosa panorámica del pueblo en sí y al fondo de las cumbres de la sierra de Gredos, en esta época nevadas, dando lugar a una bellísima estampa.
El paseo por Mancera de Abajo invita a la paz, a la reflexión y al conocimiento interior de uno mismo. Naturaleza y silencio se suman a los pasos tras las huellas de los místicos.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.