La picaresca de la Generación Z con los productos del Bono Cultural
Los beneficiarios revenden productos adquiridos con la ayuda de los 400 € en plataformas de segunda mano para obtener dinero líquido
“Se venden juegos precintados de todo tipo de consolas. El motivo es para usar el Bono Cultural”, son anuncios ‘sin tapujos’ que contienen las descripciones de algunos productos en venta en las plataformas de segunda mano. Como este mensaje, otros jóvenes de 18 años que se han beneficiado de los 400 euros de la ayuda del Gobierno para obtener productos culturales, están revendiendo los artículos adquiridos para lograr así dinero en efectivo.
La justificación que dan es que no todos los productos y actividades culturales que se incluyen dentro de la tarjeta son de su agrado, por lo que prefieren hacer uso de una parte de la ayuda y revender el resto. Con ese dinero, pueden comprar otros artículos que sí desean y que saben que van a disfrutar. “Al principio pensé que los 400 euros te los administrabas a tu gusto, pero como se dividen en 100 euros para productos físicos, 100 para productos digitales y 200 para artes escénicas, no sé cómo lo gestionaré ya que no suelo ir ni al cine, ni a teatros, ni a museos”, reconoce la beneficiaria Sandra Alonso.
En las plataformas de compra-venta de segunda mano se pueden encontrar desde juegos, series en DVD e incluso tablets –artículo no incluido dentro del bono cultural–. Para justificar en su anuncio que el producto a la venta está totalmente nuevo, como por ejemplo, el videojuego ‘Fifa23’ o el ‘Gran Turismo 7’, aseguran con sinceridad: “Sin abrir, comprado con el Bono Cultural. Prefiero el dinero”, “puedo comprar cualquier juego y dejarlo más barato” o “el precio es negociable según el juego que se quiera”. Además, otros jóvenes incluyen hashtag con términos como “#bonocultural” para facilitar las búsquedas de los artículos.
La “trampa” no siempre es posible, pues por ejemplo la mayoría de las entradas a un determinado espectáculo cultural son nominales, aunque en otros casos a la hora de adquirirlas lo que se proporciona es un código que posibilita que otra persona distinta pueda hacer uso de ese pase.
Con diferencia, la parte del Bono Cultural Joven que más permite revender a través de internet son los 100 euros para productos físicos (libros, prensa, videojuegos, discos...).
Dentro de esta, los videojuegos se llevan la palma, pues con un precio de media en el mercado de 60 euros, tienen una alta salida y son muchos los jóvenes interesados en comprarlos. Así, la mayoría de los anuncios se enmarcan en esta categoría.
La voz de jóvenes salmantinos
Varios jóvenes salmantinos opinan que esta “trampa” les parece “un gesto egoísta”. “Me costó más de un mes conseguirlo porque los trámites no fueron fáciles, así que no se me ocurriría hacer algo así, me parece un acto codicioso, pero es el riesgo que se corre al poder ganar dinero fácil y sin invertir nada previamente”, manifiesta María Sánchez.
“Yo no soy muy partidario de estas reventas, el Gobierno nos ha concedido la ayuda para un uso propio y para satisfacer tus necesidades, pero bueno al final es la opinión de cada uno”, recalca Israel González.
Por último, Carla Chapa añade que en su entorno no conoce a ninguna persona que lo haya utilizado de esa “forma fraudulenta” . “Pero me parece mal la gente que lo hace porque eso puede provocar que el Gobierno no lo repita en años posteriores y por consiguiente afectaría a las generaciones futuras”, concluye.