La envidiada calidad de vida de Salamanca

El ranking de calidad de vida analiza variables de carácter económico como la renta o el empleo, pero también incluye otros aspectos como las condiciones de salud, la seguridad ciudadana, el clima o aspectos de accesibilidad. En total, son 35 variables como nivel de ingresos en hogares, el mercado de trabajo, accesibilidad en viviendas, niveles educativos y profesionales de la población, incidencia de la delincuencia, participación ciudadana en procesos electorales, gasto municipal por habitante, tiempos de desplazamiento de los residentes al lugar de trabajo, variables medioambientales y condiciones de salud como las tasas de mortalidad, incidencia de suicidios o esperanza de vida.

En el grupo de ciudades relacionadas con las condiciones generales de habitabilidad o confortabilidad del medio urbano Salamanca se encuentra entre las 17 mejores, con índices parejos a los de Guadalajara, Vitoria, León o Zaragoza.

En cuanto a las condiciones de salud, es la décima ciudad mejor situada, solo superada por Toledo, Guadalajara, Madrid, Murcia, Vitoria, Albacete, Logroño, Elche y La Orotava. También sobresale Salamanca en la clasificación de la calidad de vida según la economía del conocimiento, que tiene en cuenta, por un lado, la situación del capital humano en las áreas urbanas y por otro lado el grado de presencia de los sectores intensivos en conocimiento y la innovación. Aquí es donde Salamanca se encuentra entre las más destacadas, al incluir actividades empresariales vinculadas a la innovación y resultados de innovación, gracias, según el informe, a la presencia de la Universidad. De hecho, Salamanca aparece como área urbana líder en innovación junto a Madrid, Barcelona, Santiago de Compostela, Girona, Pamplona, Zaragoza, San Sebastián, Oviedo, Toledo y Bilbao.

Según el estudio “Las Áreas Urbanas Funcionales en España: economía y calidad de vida”, presentado por la Fundación BBVA, la realidad es que las ciudades tienen un efectos positivo en el mercado de trabajo, en la capacidad de innovación, en la productividad y en la atracción de capital humano altamente cualificado. Además, son más sostenibles desde el punto de vista medioambiental, presentan un mayor incremento de la renta de los hogares, aumento de la formación de los ciudadanos y mejores condiciones de salud. Y cuanto más grande sea la ciudad parece que los beneficios son mayores: de ahí que Barcelona y Madrid lideren este ranking.