Borrar
Carmen Guillén, presidenta de Ascbyc. ALMEIDA
La dura afirmación de la presidenta contra el bullying: “Muchos colegios miran para otro lado”

La dura afirmación de la presidenta contra el bullying: “Muchos colegios miran para otro lado”

La presidenta de la Asociación contra el Bullying trata a diario con menores víctimas de este tipo de violencia

Domingo, 4 de diciembre 2022, 19:05

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Esta misma semana, ha recibido dos reconocimientos de Latinoamérica por “apoyar las acciones en seguridad humana y que impactan en la calidad de vida de las sociedades alrededor del mundo” y por su “esfuerzo por dar visibilidad a los retos que impactan en la seguridad”. Guarda una relación estrecha relación con grandes profesionales del continente americano y está acostumbrada a cruzar fronteras para dar charlas y conferencias hablando de lo que más sabe, la violencia. Pero su especialidad es el acoso escolar y de eso, Carmen Guillén, presidenta de la Asociación salmantina contra el bullying y ciberbullying de Salamanca (Ascbyc) tiene mucho que decir.

¿Qué es la violencia a su entender?

—La violencia es lo que nunca me hubiera gustado encontrarme. Es degradar, denigrar, hacer pequeñito a alguien que en la mayoría de los casos no sabe el por qué. Indudablemente la violencia existe, sea del tipo que sea, y callar es un error. Todas conviven y las tenemos más cerca de lo que creemos.

La violencia psicológica es la más difícil de demostrar... ¿Estamos a años luz de lograrlo? ¿Qué se necesita?

—La violencia psicológica es muy difícil de demostrar al igual que la exclusión social, estamos a años luz de conseguir ese apoyo porque muchas veces no se cree a las víctimas. No hay golpes, no hay testigos y seguimos sin creer que el dolor no tiene por qué verse.

Muchas se quejan de las largas esperas para acudir al psicólogo... ¿Considera que aquí las víctimas, sean del tipo que sea, tienen el apoyo de las administraciones?

—La salud mental está dejada de las administraciones. Está estigmatizada y está ninguneada por los que verdaderamente tienen que velar por los derechos de los ciudadanos. El derecho a la vida, viene recogido en el artículo 15 de la Constitución y sin embargo dejamos que se maten niños por negar lo evidente y no darles la atención psicológica que requieren. Muchos padres no pueden pagar atención psicológica privada y la Ascbyc en los últimos meses ha incorporado tres psicólogos más para cubrir esa demanda que la administración no presta.

¿La justicia es machista como se ha dicho por parte de algunos políticos en las últimas semanas?

—La justicia es injusta muchas veces. Siempre será injusta para alguien, pero creo que la política es otra cosa distinta. Los castigos en la mayoría de las ocasiones no existen. No hay una compensación que sea justa. El Código Penal condena y la Ley del Menor en teoría reeduca, pero no hay que olvidar que los menores de 14 años son inimputables. Y a ellos nadie les dice lo que está mal hecho.

¿Cree que en los colegios de Salamanca se cumplen los protocolos para evitar casos de bullying?

—En muchos colegios no se abren protocolos o no se aplican correctamente, o cuando se abren ya es demasiado tarde para alguien. Todavía se sigue negando y se sigue mirando para otro lado. Por supuesto no generalizo, afortunadamente cada vez son más los que deciden prevenir ante esto.

¿Los padres qué responsabilidad tienen? ¿Saben actuar en estos casos o también necesitan ayuda?

—Los padres indudablemente tienen mucha responsabilidad, son los principales educadores de sus hijos y el niño repetirá lo que vea en su casa. Por eso es importante la tolerancia cero o que no se niegue de entrada lo que puede haber cuando te dicen que tu hijo está acosando a otros compañeros. A la pregunta que si precisan ayuda, muchos de ellos sí. Necesitan que alguien les abra los ojos, les ayude y les apoye, porque a veces están totalmente perdidos ante situaciones así.

¿Qué diferencia hay entre la violencia ejercida a un niño y a un adulto?

—El adulto puede salir o puede tener ayuda para dirigirse a algún sitio o profesional. Un niño no tiene esa salida, lo que hace es que entra en bucle y por miedo o vergüenza somatiza. En ocasiones se hacen daño y cortes para aguantar el dolor y en el peor de los casos se quitan la vida al pensar que nadie les va a creer. El dolor es dolor sea adulto o niño. La diferencia es la gestión de ese dolor e indudablemente un adulto tiene más recursos a su alcance. Las secuelas en edad adulta van desde depresión, ansiedad y trastornos alimenticios a estrés postraumático.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios