«La Junta está comprometida con el desarrollo económico y la creación de empleo de calidad en Salamanca»

¿Cómo valora la situación actual del tejido industrial en Salamanca y su provincia?

—Salamanca está experimentando un importante proceso de transformación basado en la apuesta de su tejido empresarial por la innovación tecnológica, la digitalización y la internacionalización, con proyectos empresariales muy ambiciosos. En ese proceso, la colaboración público-privada está jugando un papel clave, con un compromiso claro de la Junta de Castilla y León para fortalecer el desarrollo y la competitividad de sectores con un enorme potencial, como el biosanitario, la logística o el sector agroalimentario. Iniciativas como el protocolo de colaboración entre la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad de Salamanca, con una segunda edición de casi 75 millones de inversión, están resultando vitales para impulsar un ecosistema industrial puntero, capaz de innovar, crecer y crear empleo de calidad.

¿Qué sectores industriales considera estratégicos para el desarrollo económico de Salamanca?

—Salamanca tiene una tradición agrícola y ganadera muy rica y por eso tiene un enorme potencial para seguir desarrollando una industria agroalimentaria innovadora y de alto valor añadido; pero también debemos tener en cuenta la perspectiva del ámbito tecnológico como pilar de crecimiento, apoyado por la presencia de instituciones académicas y centros de investigación de primer nivel. Esto permite que en esta provincia estemos avanzado en el desarrollo de actividades tecnológicas e innovadoras vinculadas al ámbito sanitario, la biotecnología o las energías renovables, que son también esenciales en el proceso de transformación. Sin olvidar la logística y la posición estratégica de la provincia en este ámbito. Los sectores industriales están cada vez más interconectados y eso nos permite trabajar en la configuración de un ecosistema industrial dinámico.

¿Existe algún plan específico de la Junta de Castilla y León para atraer nuevas inversiones a la provincia?

—Desde la Junta de Castilla y León trabajamos para que las empresas cuenten con las mejores condiciones para invertir y crear empleo, por ejemplo, poniendo a su disposición suelo industrial de calidad y a bajo precio, facilitando financiación, otorgando ayudas directas para los procesos de modernización y digitalización o apoyando la internacionalización y la búsqueda de talento. En el caso de Salamanca, estamos hablando de actuar en casi 900 mil metros cuadrados de suelo industrial, de la ampliación y mejora del Puerto Seco, de una plataforma intermodal que está ejecutada en más de un 60%, y de centros tecnológicos de una enorme relevancia. Estamos avanzando también en el Plan Socioeconómico de la Raya para la zona transfronteriza y, por supuesto, vamos a seguir defendiendo los intereses de la provincia y de la comunidad frente al Gobierno de España. Cuestiones como la extensión de la fiscalidad diferenciada, la necesidad de contar con redes de transporte eléctrico que garanticen la cobertura energética en polígonos y empresas o el desarrollo de infraestructuras como la electrificación de Fuentes de Oñoro y las conexiones del corredor del Atlántico son vitales para el tejido empresarial y para el desarrollo económico de Salamanca.

¿Cómo valora el impacto de los parques tecnológicos y científicos, como el de Villamayor, en el empleo cualificado de la zona?

—Como le decía, este tipo de equipamientos son vitales para la transferencia del conocimiento y el impulso a la necesaria colaboración público-privada. Salamanca está desarrollando una amplia red de centros de este tipo que están contribuyendo a la transformación de su tejido industrial: la incubadora tecnológica Abioinnova, el centro tecnológico de la Fundación AIR Institute, el centro de transferencia del conocimiento agroalimentario, el Centro de Formación y Emprendimiento Tormes+ o el Espacio de Innovación Tecnológica tienen y van a tener un protagonismo indiscutible en la creación de nuevas empresas de base tecnológica y en la generación de empleo de calidad y estamos seguros desde la Junta de Castilla y León que van a ser decisivos en el futuro.

¿Qué iniciativas hay en marcha para apoyar el comercio local salmantino?

—Hay que tener en cuenta que el sector del comercio está experimentado una importante transformación derivada fundamentalmente de los nuevos hábitos de consumo. Eso exige una profunda adaptación, tanto para rentabilizar al máximo las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías como para poner en valor las fortalezas, los puntos de mejora y calidad del comercio físico a través de la modernización, la especialización y la cercanía. Desde la Consejería, estamos implementando las medidas contempladas en la Estrategia de Comercio Minorista y Rural de Proximidad que aprobamos a finales del pasado año. Entre esas medidas estamos apostando por las ayudas económicas para la digitalización y modernización, por el fortalecimiento de los mercados de abastos o por programas que contribuyen a incentivar el consumo en el comercio de proximidad. En este ámbito, me gustaría destacar que para la Junta es una prioridad el comercio rural. Más allá de su papel en la dinamización económica y la generación de empleo, las tiendas de los pueblos prestan un servicio de abastecimiento esencial a sus habitantes. Por eso, como anunció el presidente de la Junta, vamos a poner en marcha el Cheque Comercio Rural, con ayudas económicas directas y a fondo perdido para garantizar la continuidad de esos comercios o para que los bares y centros de ocio incorporen un servicio de tienda en los pequeños municipios.

¿Qué medidas se están aplicando para combatir la despoblación rural desde la industria y el empleo?

—La Junta de Castilla y León ha presentado en Bruselas medidas pioneras para combatir la despoblación, enfocándose en el desarrollo del mundo rural. Tenemos que ser capaces de poner en valor la calidad de vida del medio rural y ofrecer oportunidades de empleo y emprendimiento. Desde el Gobierno autonómico, hemos reforzado todos los incentivos económicos a la inversión y a la creación de empleo cuando se desarrolla en el ámbito rural, y promovemos el desarrollo de sectores con especial potencial como el agroalimentario, el turismo rural o las energías renovables. Trabajamos también en la mejora de las infraestructuras, en el mantenimiento de los servicios básicos y la dotación de vivienda tratando de que los pueblos sean más atractivos para vivir y trabajar. Nuestras políticas de empleo en el ámbito rural, los planes de empleo que desarrollamos en colaboración con las Entidades Locales, contribuyen a fijar población en nuestros pueblos. El apoyo al comercio rural de forma intensa es otra forma de apoyo al asentamiento y mantenimiento de población. Muchas de nuestras políticas incluyen un mayor apoyo cuando se desarrollan en el mundo rural, como el abono de la cuota de los autónomos con un mayor grado de protección en los pequeños municipios. En Salamanca, además, no quiero olvidarme del peso de la economía social, con más de 600 centros de trabajo entre cooperativas, centros especiales de empleo, sociedades laborales y empresas de inserción, ya que son entidades muy comprometidas con el territorio y con una gran implantación en el medio rural.

¿Cómo se está promoviendo el empleo juvenil en Salamanca?

—La promoción del empleo juvenil es una prioridad, y por eso los jóvenes son también un colectivo prioritario en todas las políticas activas de empleo que desarrollamos desde la Consejería. Apoyamos su contratación a través de diferentes líneas de ayuda, tenemos programas específicos de apoyo al emprendimiento, contamos con programas de formación para mejorar su capacitación y garantizar su adaptación a los nuevos perfiles profesionales demandados por el mercado de trabajo. Además, estamos desplegando una batería de iniciativas dirigidas a la retención del talento, iniciativas como la Estrategia del Talento, como el convenio con las universidades para facilitar la incorporación laboral de los recién titulados a las empresas de Castilla y León, o como la financiación integral de los contratos dirigidos a los jóvenes que han finalizado su formación para que cuenten con una experiencia laboral que les permita abrirse camino profesional.

¿Qué valoración hace de los resultados de las políticas de empleo en Salamanca en los últimos dos años?

—Yo creo que la mejor valoración es la que aportan los datos, y en ese sentido la evolución ha sido claramente positiva. En estos dos últimos años el número de afiliados a la Seguridad Social en Salamanca se ha incrementado en más de 7.300 trabajadores y tenemos casi 3.000 parados menos. En los últimos meses hemos logrado cifras récord de afiliación con casi 130 mil afiliados, y en marzo hemos registrado la cifra más baja de paro femenino de toda la serie histórica. Claro que queda mucho por hacer, y seguiremos trabajando y apoyando a nuestro tejido productivo para crear más empleo y de más calidad, pero la evolución está siendo positiva.

¿Qué importancia tiene el sector agroalimentario en los planes de desarrollo económico de la provincia?

—El sector agroalimentario tiene una importancia capital, con un gran potencial de crecimiento e innovación en la provincia. Nuestros planes buscan modernizar y tecnificar el sector agroalimentario, fomentar la creación de industrias de transformación de alto valor añadido, impulsar la comercialización y la internacionalización de sus productos, y promover la formación especializada en este ámbito. El sector agroalimentario no solo genera empleo directo, sino que también tiene un impacto importante en la economía rural y contribuye fijar población.

¿Qué mensaje le daría a los empresarios y trabajadores salmantinos respecto al futuro económico de la provincia?

—Me gustaría transmitir a los empresarios y trabajadores salmantinos que desde el gobierno de Alfonso Fernández Mañueco trabajamos cada día para generar confianza y optimismo. Mi mensaje es de compromiso. Salamanca cuenta con un tejido industrial dinámico, con sectores tractores en crecimiento, un gran potencial en el sector agroalimentario, instituciones académicas, centros de investigación de prestigio, y un capital humano valioso. La Junta de Castilla y León está firmemente comprometida con el desarrollo económico y la creación de empleo de calidad en Salamanca. Estamos trabajando en la atracción de inversiones, en el apoyo al emprendimiento, en la mejora de la formación, en la innovación, y en la internacionalización, así que tenemos motivos para ser optimistas y para que todo ello sirva de acicate para seguir trabajando desde la colaboración para aprovechar las oportunidades de futuro que tenemos por delante.

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