Joyería Cid: tres décadas de pasión y excelencia en Salamanca

Joyería Cid, ubicada en el Paseo de la Estación, 11, celebra 30 años de dedicación y excelencia en el mundo de la joyería. Fundada en 1969 por Don José Ignacio Cid Méndez, esta empresa ha sabido crecer y evolucionar bajo los valores inculcados por su fundador, «un hombre muy experimentado en negocios en toda la comarca de Ciudad Rodrigo», señala su hija Teresa Cid, que continuó el camino marcado por la pasión por las joyas y el compromiso con sus clientes.

El 1 de octubre de 1994, Teresa Cid se puso al frente del negocio familiar. «A pesar de mi experiencia en el sector de la joyería, Salamanca tiene una competencia muy fuerte y la clientela demanda un producto más refinado y exigente», comenta. Treinta años después, Teresa Cid celebra con orgullo la transformación de la empresa «que ha crecido y yo he crecido con ella», remarca.

Para Joyería Cid, las joyas no son simples objetos, sino piezas con alma. Esta es su prioridad, junto a la personalización y la atención cercana al cliente. «Con trabajo y mucho esfuerzo he llegado hasta aquí. He crecido con esta empresa desde los 9 años, cuando me puse por primera vez detrás del mostrador», comparte Teresa.

A lo largo de las décadas, la joyería ha dado muchas alegrías a su propietaria. «Haber conocido a tantas personas de diferentes clases sociales es lo que más valoro», confiesa Teresa, y destaca el honor de haber llevado adelante el negocio familiar.

En el marco del 30 aniversario, Joyería Cid celebró una fiesta el pasado jueves para conmemorar su trayectoria junto a clientes y amigos. Este evento, que reunió a unas 120 personas, marcó también un momento de transición: Teresa Cid ha cedido oficialmente el testigo a sus hijos, Teresa y Nacho. «Mis hijos, formados y con títulos universitarios, son el motor de la empresa y tienen los genes de su abuelo materno. Me siento muy orgullosa de ellos», declara.

La especialidad de Joyería Cid es la filigrana charra en plata. Aunque otros productos del catálogo se venden online a toda España, las piezas de brillantería solo están disponibles de forma presencial. «Es un producto que hay que ver, tocar y explicar al cliente, con su respectivo certificado de autenticidad», explica Teresa.

Joyería Cid también cuenta con una destacada trayectoria en importantes eventos. Fue la encargada de elaborar los regalos protocolarios de la XV Cumbre Iberoamericana en 2005, así como los gemelos y el collar que el Ayuntamiento de Salamanca entregó como obsequio de boda a los Reyes de España, Felipe y Letizia. Además, sus productos charros han estado disponibles en vuelos de Air Europa y en las tiendas de los paradores más importantes de España.

La joyería mantiene dos talleres en pleno funcionamiento, donde la calidad y la perfección son fundamentales. «Soy muy exigente con los talleres, todo debe salir perfecto», afirma Teresa, y destaca la importancia de ofrecer un producto impecable y un servicio que se adapta a cualquier presupuesto.

La participación en ferias y la constante búsqueda de nuevas ideas de diseño son muy importantes para mantenerse a la vanguardia del sector. «Siempre nos hemos movido mucho para captar tendencias y mejorar», añade Teresa.

La honradez es uno de los valores que han acompañado a Joyería Cid durante estos 30 años, un legado que comenzó con su fundador y que Teresa ha continuado con orgullo. «La honradez fideliza al cliente. Les asesoramos para que no gasten más de lo necesario y logren el objetivo deseado», concluye.

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