Borrar
José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España ALMEIDA
José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España: “La sociedad no debe hacer caso de los que viven en el siglo XIX y hostigan a las empresas”

José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España: “La sociedad no debe hacer caso de los que viven en el siglo XIX y hostigan a las empresas”

Bonet asistió al primer foro empresarial “El papel clave de las empresas para la economía y la sociedad española”, enmarcado dentro de la Cátedra de Innovación Empresarial “Escuela de Salamanca” y puesto en marcha por la Cámara de Comercio salmantina, la Universidad de Salamanca y Unicaja Banco.

Martes, 25 de abril 2023, 21:06

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El responsable de la Cámara de España muestra sin matices su oposición al “hostigamiento torpe” que sufren las empresas, exige que el Gobierno central deflacte en el IRPF para compensar la inflación y denuncia que no dejar trabajar a los mayores de 65 años es “malversación de fondos”.

Asegura que desaprovechar el talento de los mayores desde el punto de vista laboral es hasta contrario a la Constitución ¿Cómo se podría aprovechar ?

—Dejando trabajar al que quiera y que esté en condiciones de hacerlo. La jubilación es un derecho, pero también querer trabajar y seguir siendo útil. Creo que no permitirlo es una malversación de fondos. La nueva Ley de Pensiones no lo contempla como debiera. Yo mismo estoy jubilado como profesor de universidad desde hace 12 años y he dado más de mí en estos años que antes. Si se necesita financiar las pensiones, bueno, pues una manera es que la gente que quiera seguir trabajando no cobre la pensión.

¿Cómo lo regularía?

—Concediendo el derecho a trabajar a quien quiera. Ofrecer esa experiencia los jóvenes, también es un valor.

¿Provincias envejecidas como Salamanca serían unas de las que más beneficiadas?

—Todo el mundo se beneficiaría. Lo relaciono también con un problema que va más allá: mucha gente se jubila porque hace cosas que no les gustan, otro de los grandes problemas de nuestra educación porque no hay orientación en el momento adecuado. Ocurre porque cuando los chicos están en ESO o en Bachillerato no reciben orientación ni el estímulo para conseguir un propósito en la vida. La educación no les enfrenta a sí mismos, a su propósito de quién quieren ser y qué quieren hacer en la vida.

¿Entonces la solución al problema de la jubilación empieza al principio de la vida?

—Eso es lo que pretendo insinuar. El problema de la educación es una de las grandes cuestiones de España. La formación de las personas debe estar toda la vida. Los españoles tienen condiciones magníficas y muchas se pierden por la falta de orientación y de esfuerzo.

¿Cómo afecta a las empresas la reforma de las pensiones?

—La solución del problema de las pensiones ha sido fácil, pero cargándoselo a las empresas, lo cual me parece incoherente. Los negocios están hostigados desde la política. Desde los años 70 España ha dado un salto de progreso importante gracias al papel de las empresas. Son las que han tirado de la sociedad del bienestar, eso es lo que tiene que tener claro la sociedad y no hacerse caso de estos que viven aún el siglo XIX que hostigan a la empresa y hablan de tonterías como el capitalismo despiadado. Se habla de lucha de clases, pero no la veo en mi trayectoria de empresario. Ahí hay un trabajo importante que hacer y las Cámaras vamos a estar beligerantes. A los empresarios no se les da la ayuda que se debería, como en el terreno fiscal. ¿Cómo con la inflación que vivimos no se deflacta? Tienen que soportar un impuesto silencioso que no deberían. Las administraciones y, particularmente la central, no hacen lo que deben en este terreno, que es deflactar en el IRPF. Les laminan parte de sus rentas.

Las cámaras han jugado un papel importante en la acción para recuperar el tramo de tren de la Ruta de la Plata Plasencia-Astorga. ¿El cierre fue un gran error?

—Debe hacerse un replanteamiento de todo el tema de infraestructuras de comunicación en España y, sobre todo, por ferrocarril. Hay muchas necesidades que no están satisfechas, no solo aquí. Hoy en día para ir de Barcelona a Valencia todavía hay un tramo que solo tiene una vía. Almería y Huelva no tienen ferrocarril. En zonas como Salamanca recuperar el tramo supondría un estímulo al desarrollo turístico, un ámbito que, por otro lado, en España no está bien orientado políticamente. No realizan las estrategias que podrían ser muy importantes. Las administraciones hacen muchas veces dejación de apoyo mediante estrategias bien pensadas y estimulantes. No existe, por ejemplo, un ministro solo de Turismo.

Aparte del sector turístico, en el caso concreto de Salamanca, el sector de la agroalimentación también tiene mucho peso.

—El sector agroalimentario español es ganador en el mundo y tiene mucho recorrido, aunque todavía tiene trabajo por hacer. La reciente cumbre que hemos celebrado las cámaras en Barcelona a través de la Fundación Incyde puso encima de la mesa una serie de cuestiones muy interesantes. Por ejemplo, que la alimentación ha pasado de segunda a primera división. La guerra de Ucrania ha acentuado la idea de su amenaza. Antes era una alimentación fácil y barata, exageradamente barata. Otra llamada de atención ha sido el cambio climático. España lo está sufriendo ahora mismo y la política tiene que ponerse las pilas para prevenir la que ya tenemos aquí y lo que se nos viene encima. Y en ese sentido, la agroalimentación y el turismo necesitan agua. El problema del agua se ha colocado en primera línea y no me valen las excusas como el coste. El Gobierno argumenta que las desalinizadoras tienen un coste excesivo. Oiga, usted lo que tiene que tener es agua.

¿Sacaría del cajón el Plan del Agua del expresidente Aznar?

—Yo no soy un experto. Creo que hay que escuchar a los que saben y actuar en consecuencia. Me parece, esto es pura intuición, que la solución está en las desalinizadoras.

En este contexto de sequía y guerra de Ucrania que ha provocado una inflación histórica, ¿justificaría el control de precios?

—En absoluto. Creo que esto sería un intervencionismo estúpido. Creo que afrontamos dos inflaciones: la acelerada por la guerra de Ucrania y la provocada por los grandes grupos de hidrocarburos del mundo que han aprovechado para hacer caja. Esto se ve porque una vez que ya esto se ha normalizado, los precios de los combustibles han vuelto a su sitio, pero los de la alimentación no.

La economía de Salamanca busca en la logística y en la innovación biotecnológica su futuro ¿Es un plan sólido?

—El emprendimiento es una de las cuestiones importantes en nuestra economía. Tiene que haber más empresas, cuantas más mejor y en todos los sectores ganadores, como los que vienen con las nuevas tecnologías, por tanto esto hay que estimularlo desde la más tierna infancia. En el caso de la Cámara de Salamanca, ha inyectado al proyecto de la Bioincubadora 600.000 euros a través de la Fundación Incyde, fondos que provienen de las ayudas FEDER.

¿Hay futuro sin digitalización?

—O te digitalizas o mueres, porque quedas fuera de juego y ahí existe una gran oportunidad con el Kit Digital que gestionan las Cámaras.

¿Si hubiera dirigido Ferrovial también habría cambiado su sede de España?

—Por supuesto que habría hecho lo mismo. Ellos están en el mercado más importante del mundo que es Estados Unidos y sé, por experiencia propia, que es importante enraizarte en el país donde tu mercado tiene que crecer. Eso es lo que ha hecho Ferrovial. No ha dejado de ser español y tiene aquí su potencial.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios