Investigadores salmantinos encuentran unas neuronas que detectan el silencio
Este estudio podría tener grandes beneficios en desarrollo de la vida humana y se ha realizado mediante el estudio de dos especies animales diferentes
Salamanca
Martes, 4 de julio 2023, 13:52
Un grupo de investigación salmantino descubre unas neuronas que son capaces de detectar el silencio, omitiendo tonos en una secuencia de tonos idénticos. El estudio ha sido publicado por Science Advance, coliderado por el director del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl), Manuel Sánchez-Malmierca.
El estudio neuronal
Estas neuronas, que han denominado 'neuronas omisión', se localizan en la corteza auditiva y responden también a estímulos sonoros, pero muestran una respuesta mucho mayor cuando se omiten tonos en una secuencia de tonos idénticos, informa el Incyl a través de un comunicado remitido a Europa Press.
El hallazgo clave de este estudio, llevado a cabo en roedores, cuya primer autora es la estudiante de doctorado del Incyl Ana Lao-Rodríguez, ha sido identificar que un subconjunto de neuronas del cerebro auditivo responde a la omisión de un estímulo esperado.
«Un punto fuerte de nuestro estudio ha sido utilizar dos especies animales (ratones y ratas) y dos preparaciones de registro diferentes en dos laboratorios distintos. Este enfoque nos ha permitido distinguir tanto el efecto de la especie y el estado cerebral en las respuestas de omisión«, resalta la primera autora del estudio, Ana Lao-Rodríguez.
Esta investigación ha demostrado que aparece una actividad neuronal robusta en respuesta a la omisión de un sonido en una secuencia regular de estímulos repetitivos. Y esta respuesta es consistente con las denominadas «señales de error de predicción«, entendidas como la diferencia entre lo que el cerebro espera percibir y los estímulos que realmente percibe.
Las señales sensoriales entrantes que coinciden con las predicciones se suprimen, mientras que los estímulos inesperados, que no coinciden con las predicciones que genera el cerebro, ponen en marcha una señal de error de predicción, que se propaga para generar predicciones nuevas y actualizadas, explica el doctor Sánchez Malmierca. De esta forma, la información sensorial se comparte continuamente entre los niveles de entrada sensorial bajos y los niveles más altos, lo que proporcionan predicciones actualizadas sobre las siguientes entradas sensoriales esperadas, añade la información.