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La reciente puesta en funcionamiento del Laboratorio de Audición del Instituto de Neurociencias de Salamanca abre nuevos proyectos de investigación. “El reto es comprender a qué se deben las dificultades que la reverberación ocasiona en personas con problemas de audición y cómo corregir esos problemas”, señala Enrique López-Poveda.
Las nuevas instalaciones también agilizarán los retos del grupo de investigación respecto a los implantes cocleares personalizados y los trastornos de la audición asociados a la edad.
El grupo de Investigación en Audición Humana se caracteriza porque se financia principalmente mediante los proyectos de investigación y patentes que tiene con multinacionales del sector. Con una gran empresa están trabajando en el desarrollo de implantes cocleares binaurales que funcionen como si fueran un único dispositivo. “Estamos seguros de que va a salir un producto al mercado con la tecnología que hemos desarrollado aquí”, apunta el director del laboratorio y se muestra también optimista sobre la colaboración con otra empresa para desarrollar implantes cocleares personalizados, es decir, “a medida”, para que, como la ropa, tengan tallas distintas que se adapten a las necesidades de los pacientes. Además, funcionan como banco de pruebas de la tecnología que desarrolla una de las grandes compañías con la que trabajan.
También destacan las colaboraciones del grupo con investigadores de las universidades alemanas de Oldenburg y Hannover con los que están haciendo experimentos de neuroimagen de tomografía por emisión de positrones o resonancia magnética. En este caso el objetivo es ver hasta qué punto el trastorno de la audición asociado a la edad está relacionado con una falta de inhibición en el cerebro y no con un problema del oído. Además, con la Universidad de Cambridge, mediante una investigadora posdoctoral, están estudiando los motivos por los que hay personas que se adaptan al ruido mejor que otras y si esa adaptación es producto de una mejor codificación del sonido en el cerebro.
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