El idílico punto de Salamanca para luchar contra el calor: «Es un lujo»

Aunque el calor intenso ha disuadido a la mayoría y no existen zonas de baño autorizadas en la ciudad, la zona del Puente Romano de Salamanca aún recibe la visita de algunos amantes del sol, que encuentran en este entorno un refugio apacible y refrescante donde disfrutar además de una vista privilegiada.

Este es el caso de David y Rebeca, dos salmantinos que tienen como costumbre caminar por el centro de la ciudad y terminar su paseo al lado del Puente Romano, desde donde pueden disfrutar de una maravillosa postal del casco histórico de Salamanca. «Hoy hay menos gente que otras veces porque hace mucho calor, pero otros días hay muchas personas tomando el sol, haciendo deporte, merendando…», explica David. «A estas horas no tanto, pero sobre todo por las noches esto está lleno», añade Rebeca.

Los árboles proporcionan sombras caprichosas, y los visitantes eligen sus lugares con cuidado, buscando el equilibrio perfecto entre sol y sombra. A pesar del calor, el ambiente es relajado y alegre y las familias y grupos de amigos despliegan mantas de colores sobre la hierba, donde escogen descansar y charlar. Las salmantinas Julia González, Lidia Hernández y Manuela Juanes vienen con frecuencia a esta zona del río para pasar la tarde, picar algo y jugar a las cartas. «Es una zona muy tranquila, nos gusta venir en torno a las siete de la tarde, cuando no hace ni mucho frío ni mucho calor. Si hubiera una zona para bañarnos vendríamos un poco antes».

Del mismo modo, Serafina, Mirta, Luz, Mari y Margarita, visitan con frecuencia la ribera del Tormes para disfrutar de una merienda entre amigas. Además de llevar una amplia variedad de aperitivos, van preparadas con un pequeño paraguas para protegerse del sol y unmatamoscas para defenderse de los insectos . «Nos encanta la zona porque es muy tranquila, está cuidada y es llana», explica Serafina. Margarita añade: «Yo hay veces que vengo también sola, me gusta tumbarme y descansar aquí escuchando los pájaros. Es un lujo poder disfrutar de estas vistas y de esta tranquilidad».

Eduarda Medina y Rafaela Thais son estudiantes de intercambio y es la primera vez que visitan esta parte del río. «Nos la recomendó una amiga y es verdad que se está muy a gusto aquí. Además, las vistas son preciosas», explica Eduarda haciendo referencia a la imagen de las catedrales que se puede disfrutar desde ese punto. «Regresamos ya a Brasil, pero si volvemos a Salamanca, vamos a venir a pasar el día aquí sin duda», añade Rafaela.

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