La IA con toque salmantino que está revolucionando Europa: «Abrimos fronteras laborales al mejor talento»
Eduardo García-Garzón ha desarrollado para la empresa Shakers un método que ya triunfa fuera de España: «La Inteligencia Artificial ayuda muchísimo, pero a la hora de razonar se requiere algo más humano»
«Yo, de Capuchinos de toda la vida», asegura al presentarse. Asomarse a su LinkedIn marea, sobre todo cuando uno mira la parte de su formación. Destaca una licenciatura en Psicología por la Universidad de Salamanca y el nombre de una institución académica como Cambridge. Lejos de «hacer terapia» optó por una rama de estadística aplicada que suele aborrecer «todo el mundo, menos cuatro frikis». Así Eduardo García-Garzón (Salamanca, 1991) se encontró con la Inteligencia Artificial, la cual ha conseguido aplicar a una de las empresas del momento. 'Shakers' triunfa uniendo a más de 10.000 trabajadores con cualificación tecnológica con más de 450 empresas que demandan su talento para desarrollar proyectos. Y ahí es donde este salmantino hace que su IA haga 'match'.
¿Cuándo oye hablar por primera vez de la Inteligencia Artificial?
—Trabajando con un grupo de investigación de Cambridge teníamos ciertos proyectos de bases de datos muy grandes y tuvimos que empezar a hacer cosas de Machine Learning, que podemos decir que empezaba a parecerse a lo que ahora es la IA. Hace unos años me contactó 'Shakers'. Como los números son números, me dije: «Yo controlo de algoritmia y de matemáticas, malo ha de ser que no pueda meterle mano a esto».
¿Y cómo se unen la psicología y la Inteligencia Artificial?
—En 'Shakers' teníamos muy claro que queríamos evaluar a nuestro talento más allá de lo profesional, más allá de ¿sabes de periodismo? ¿Tengo periodistas? Pues ya estaría… Mi trabajo desde el día uno fue buscar unir personas afines y hacerles más felices en su trabajo. La IA nos da las herramientas con la que extraer información valiosísima con la que los psicólogos podemos hacer estas evaluaciones de manera técnica y rigurosa.
Todos llevamos ya IA en el bolsillo.
—Yo creo que es bueno. Hablo por mi experiencia. Antes, para hacer algunas cosas se necesitaban 27.000 piruetas, montar una serie de algoritmos y una tanda de entrenamientos que llevaban tres meses, ahora ChatGPT lo convierte en algo que es sota, caballo y rey. La Inteligencia Artificial nos ha impactado a todos, pero los cambios hay que verlos sin miedo. Quizá estoy muy sesgado, pero creo que la irrupción de ChatGPT hasta ahora ha traído más cosas buenas que malas. La gente tiene acceso a más educación, a más recursos, es capaz de aprender más rápido, de acceder a mucha más información sin necesidad y aprendizajes... Creo que ha sido un impacto bastante positivo en general.
¿Esta entrevista sería mejor si las preguntas fuesen hechas por la IA?
—¿Qué se entiende por mejor? A la hora resumir información, por ejemplo, quizá. Pero a la hora de razonar se requiere algo mucho más humano, más profundo, más complejo...
Y a la hora de editarla. ¿La IA lo puede hacer mejor que yo?
—Tengo serias dudas. La IA es una herramienta que nos ayuda un montón. Podría transcrbir esta entrevista, hacer un resumen o sugerir ideas para la siguiente, pero al final depende de cómo se aplique. Tú llevas trabajando en esto muchos años y la IA se entrena con trillones de datos, probablemente haya visto todas las noticias que tú has escrito y todas la que todos tus compañeros de profesión en España hayan publicado. Si tú le pides que te haga un titular te lo va a hacer y va a darte un resultado medio. Pero si quieres uno excelente es muy complicado que lo consiga. No sé lo que va a pasar en el futuro, pero creo que te puede quitar las tareas aburridas y tú vas a poder gastar el tiempo en hacerlo bonito: buscar el titular de impacto o pensar en ese adjetivo que marque la diferencia.
Mucha gente tiene miedo a perder su trabajo con la IA. Tú haces todo lo contrario: facilitar a la gente que pueda encontrarlo...
—Efectivamente, nosotros unimos equipos de talento muy enfocados a tecnología con empresas que tienen necesidades. Ayudamos a ese proceso para que no tengas que leer los CV de 400 personas. Nosotros decimos directamente «habla con A, B y C» porque estamos muy seguros de que ellos son lo que estás buscando.
¿Qué vale más: la velocidad en el proceso o el acierto en el resultado?
—Sin duda, el acierto. Nosotros estamos muy seguros que cuando presentamos a un candidato a una empresa esa persona es muy buena. No queremos tener una comunidad de millones de personas, ni de cientos, ni de decenas... queremos una donde nosotros cuidemos a cada persona y le demos proyectos muy buenos.
¿Cómo se convierte a una persona en códigos?
—Ella entra y pide acceso, nos da su LinkedIn y empezamos a gestionar la información. Luego le pedimos que nos diga todas sus experiencias y sus hitos, que vamos certificando. Después ya se pasa a una entrevista personal que nos permite conocer mejor a la persona.
¿Cómo resuena esto fuera de España? ¿Hay ambición de expansión por Europa?
—La empresa nació con un propósito global, y más en en Europa, donde hay lugares más maduros a nivel de freelances especializados. Hay que romper las barreras para dar oportunidades al mejor talento incluso fuera de España. Ya tenemos presencia en Portugal e Italia, y estamos creciendo súperrápido. Mientras tengamos un idioma común y la presencialidad no sea limitante, contar con los mejores especialistas debe ser la prioridad para la empresa.
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