El Hospital investiga la proteína que activa las ganas de hacer ejercicio
El Complejo ha compartido muestras de las personas obesas tratadas en Salamanca para participar en un trabajo que aspira a potenciar las ganas de hacer deporte ·
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El Complejo ha compartido muestras de las personas obesas tratadas en Salamanca para participar en un trabajo que aspira a potenciar las ganas de hacer deporte ·
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El Hospital de Salamanca ha participado en el estudio que ha identificado el 'interruptor de las ganas de hacer ejercicio'.
Se trata de un trabajo liderado desde el Centro Nacional de Investigaciones Científicas y capitaneado por dos investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC).
Tras obtener importantes resultados en células de laboratorio y en ratones, el estudio paso a la fase de humanos y es aquí donde Salamanca ha tenido un papel protagonista porque ha colaborado aportando las muestras de personas con obesidad, que es una de las líneas de trabajo de investigadores salmantinos como Miguel Marcos, Jorge Luis Torres y Lourdes Hernández Cosido.
El hallazgo de este trabajo viene a confirmar que existen proteína que actúan sobre la corteza cerebral y funcionan como «una señal para potenciar la actividad motora». ¿Y cómo se genera esta proteína? Empezando a moverse.
«Los investigadores detectaron que cuando los músculos se contraen de una manera repetida e intensa, se activan dos proteínas llamadas 'p38a' y' p38y'. Las ganas de realizar actividad física son mayores o menores dependiendo de cuánto se activa cada una», apuntan.
La observación avanza y da pie a otro hallazgo: «La activación de la proteína p38y a causa del ejercicio, induce la producción de otra proteína llamada IL-15, que es la que tiene un efecto directo sobre el cerebro y aumenta la actividad física espontánea».
Esa relación causa efecto de las proteinas p38y/IL-15 se ha contrastado en los humanos 'facilitados' por el Hospital de Salamanca, lo que se entiende como un gran avance con vistas a fomentar el ejercicio físico entre la población.
En estas personas obesas del Complejo Asistencial de Salamanca se corroboró que los valores en sangre de la 'proteína interruptor' (IL-15) eran más bajos que en personas sin sobrepeso. De este modo, los investigadores creen que sería factible pensar en un futuro fármaco derivado de esta proteína IL-15, que serviría para 'inyectarle' a los perezosos las ganas de calzarse una deportivas y empezar a moverse. No solo eso, sino que se abren también otras vías de investigación para determinar qué tipos de ejercicios estimulan más la creación de este interruptor: ¿Es mejor hacer pesas para perder la pereza o salir a correr?
El salmantino Miguel Marcos destaca que «el Hospital tiene una estrecha colaboración con Guadalupe Sabio y en este trabajo han participado los servicios de Medicina Interna y la Unidad de Cirugía Bariátrica de Cirugía General». «Hemos puesto a su disposición una extensa lista de pacientes con obesidad, de los que han incluido una veintena. En ellos se ha demostrado que, en efecto, tenían una reducción en sangre de la proteína IL-15», añade.
Respecto a la posibilidad de llegar a crear un fármaco contra la pereza del ejercicio físico, Marcos expresa que «con este estudio se ha comprobado lo que sucede al final del proceso, pero las vías del cuerpo humano para llegar hasta ese punto son complejas. Nunca se sabe si para llegar a ese punto has tocado otras cosas, que es lo que ocurre en ocasiones con los fármacos».
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